Corbacho. El alero tirador del Hestia, apunta a ser determinante hoy para lograr superar a un Gran Canaria que pondrá las cosas difíciles. En la imagen, Corbacho, en Benicarló | ECG

TW
1

Dicen que cuando un equipo está herido es cuando da el máximo, cuando cumple. Y esto es lo que se espera este mediodía (12.30h) en el Pavelló Menorca de un Hestia Menorca que acumula cuatro derrotas consecutivas que le han alejado de la parte más alta de la clasificación y que le han supuesto el miedo en el cuerpo, alejándose de las buenas sensaciones de la primera vuelta. De aquel equipo muy sólido en defensa y coral y amenazante y con variantes en ataque. Los discípulos de Oriol Pagès reciben hoy al filial del Gran Canaria, equipo que dirigido por el ex Menorca Bàsquet, Salva Camps, ya ganó a los menorquines en la ida. Sin embargo, en Bintaufa– ya con el concurso en principio de un mejorado Urko Otegui–, son conscientes que hay que ganar sí o sí para ahuyentar fantasmas.

No se presenta tarea sencilla la de hoy para los menorquines, ya que delante tendrán a un equipo bastante diferente al suyo, forjado de jugadores físicos y de un enorme talento que tienen ganas de agradar y seguir creciendo, con el escaparate del primer equipo en Liga ACB en su misma casa.

El Hestia Menorca ha trabajado durante toda la semana para ir corrigiendo y puliendo aspectos que le han marcado en estas últimas cuatro derrotas, sabedores que hoy, ante una plantilla atrevida y descarada en ataque, deberán atar bien los machos en defensa para poder tener opciones en el luminoso. En el cuadro visitante, jugadores de la talla del alero Jovan Kljajic o del director de juego Edon Maxhuni, junto a Antonio Vrankovic, de 213 centímetros e hijo del mítico Stojan, algunos a tener muy en cuenta.

Lea la noticia completa en la edición impresa del 15 de diciembre en Kiosko y Más