Varios jugadores del Hestia, conversando en la pista durante un partido | Gemma Andreu

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Cinco derrotas consecutivas acumula el Hestia Menorca, la más reciente certificada en la matinal del pasado domingo en Bintaufa ante el filial del Gran Canaria, rival que se presentó en Maó como el segundo peor equipo de la conferencia Este y que sin embargo hizo sufrir al colectivo insular su más duro revés en lo disputado de temporada (65-84).

Una derrota que si bien no desplaza al colectivo que dirige Oriol Pagès del cuarto lugar de la clasificación –aunque su renta en relación al séptimo puesto, ocupado por L’Hospitalet, adversario más inmediato, se ha esfumado, 7/7 ambos–, en fondo y forma sí repercutió para confirmar la crisis en que se encuentra el grupo menorquín, cuyas prestaciones han decrecido en forma preocupante durante el último mes de competición. Un colapso de juego y resultados, alcanzada la décimo cuarta jornada de la primera fase, que se explica en cinco apartados.

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