Duby Okeke, en plena lucha por un rebote durante un partido; el nigeriano firmó una soberbia actuación en Albacete, donde fue MVP de la cita valorando 29 | Gemma Andreu

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Objetivo a la vista. El Hestia Menorca, a raíz de su victoria en pista del Arcos Albacete en la noche del pasado sábado (70-77), tercera consecutiva que suscribe, merodea el umbral de la A-1, destino que agrupará en la segunda fase de la temporada a los doce mejores equipos de la presente LEB Plata. Restando cinco jornadas para que agote el calendario de la primera fase, el equipo insular es cuarto en la clasificación de la conferencia Este (10/7), con un margen de tres victorias en relación al séptimo lugar que ostenta el Pardinyes Lleida (que en algunos casos, como con el propio equipo ilerdense y el Arcos, es de cuatro, en virtud del basketaveraje, pero no con el Gran Canaria, que es octavo, igualado con catalanes y manchegos).

Por tanto, poco más de un triunfo precisa el Hestia Menorca para convertir en oficial su estatus de equipo A-1, su meta proclamada, pero dado que en esa segunda serie de la temporada contabilizarán los resultados registrados en la previa, amontonar el mayor número de triunfos en este repóquer de citas que aguarda de aquí a mitad de febrero se entiende fundamental para enfrascarse en la batalla por el título y por las eliminatorias de ascenso con unos números que amparen esa estancia más allá de una mera presencia, con auténticas posibilidades competitivas.

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