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En el CD Alcázar, a pesar de que el curso 2020 se ha dado por concluido de modo oficial, confían en poder reemprender de algún modo la actividad a partir del próximo día 25 y no descartan promover en verano su campus y la tradicional escuela de baloncesto, dos eventos además fundamentales, en términos económicos, para el club mahonés, y que se «adaptarían a las exigencias de la nueva normalidad», indica el vicepresidente de la entidad, Pito Ensenyat. Otro de los planteamientos que durante estos días prevalece en el pensamiento de la directiva alcazareña es el de programar entrenamientos para sus equipos en los meses de julio y agosto, puesto que un trecho de medio año sin baloncesto (de marzo a octubre) se considera «excesivo», si bien toda esta batería de buenos propósitos queda a expensas de la evolución del virus y de las decisiones de Sanidad y del Gobierno.

«Contemplamos varios escenarios; ahora el pabellón obviamente está cerrado, pero la intención es que una vez avancemos a la fase 2, el 25 de mayo –dentro de una semana–, poder entrenar de forma individual. Tenemos ocho aros, por lo que ocho jugadores y un entrenador podrían trabajar sin problema», explica Ensenyat, que entiende que la posible ‘reapertura’ del curso para finales de mes, así como la idea de ejercitarse en verano o de impulsar los eventos paralelos –campus, probablemente sin los rostros de primer nivel a los que acostumbró el club desde los inicios del mismo, y la escoleta– «dependen de lo que dicte Sanidad» –y en ese sentido, este viernes se ha previsto un encuentro telemático entre Consell y clubs que podría contribuir en despejar algunas incógnitas.

Por otra parte, del abrupto modo en que la temporada 2020 ha finalizado por culpa de la covid-19, Ensenyat reconoce que eso ha significado, además de una merma en cuanto al trabajo técnico de todos los canteranos, cercenar las aspiraciones de varios de los conjuntos de la fábrica alcazareña. «Los dos equipos junior (masculino y femenino) tenían expectativas de poder hacer algo en la Liga Interilles, también el cadete estaba con muchas opciones de poder competir a nivel balear… una lástima, aunque las circunstancias son las que son y hay problemas más graves que el haber parado las ligas», revisa el directivo, que al margen desvela que el Alcázar, al igual que muchos otras sociedades deportivas de la Isla, ha acometido un ERTE que afecta a los «entrenadores».

Por último, Enseyat celebra el ascenso del Pinta B Es Castell a Liga EBA, pues es «positivo para el baloncesto menorquín, y me alegro mucho por ellos además. Contamos con un club afianzado en LEB Plata y ahora también uno en EBA, todo eso es sumar», indica, y aplaude la candidatura de Menorca para acoger la fase final de la ACB el próximo mes de julio, si Sanidad autoriza que se pueda disputar.

«Si en la ACB son inteligentes se decantarán por Menorca, no hay un sitio más seguro desde un punto de vista sanitario, cuenta un recinto ACB, una estructura hotelera brutal y un hospital a 500 metros de donde se jugará, más no se puede pedir, aunque es cierto que llevamos tiempo fuera de la liga y eso puede ser un hándicap», termina Ensenyat.