Juntos. El base granollerí Joan Creus, con la elástica de L’Hospitalet en un partido de 2019, protege el balón ante la defensa de Quim Salvans, entonces jugador del Hestia Menorca; ambos compartirán vestuario el próximo curso tras fichar por el Prat

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El Hestia Menorca destaca en el presente mercado estival por ser uno de los equipos de LEB Plata que mayor premura ha exhibido para confeccionar su nueva plantilla. Tal y como revisó este diario en su edición impresa de este jueves, en el análisis del colectivo reunido para 2021, el club insular, que con el anuncio de renovación del base madrileño Pitu Jiménez dejó al completo su roster el pasado 27 de julio, se ha distinguido uno de los exponentes de la categoría más raudos y apresurados en las ‘compras de verano’.

De hecho, junto al equipo menorquín solo se aposta el CB Prat como los dos únicos conjuntos de la Conferencia Este que, a efectos de la FEB, cuentan con el equipo totalmente perfilado. El club catalán, vinculado del Joventut de Badalona, agotará su segundo curso seguido en LEB Plata luego de delinear un lustro en LEB Oro –en la que incluso en 2018 merodeó el ascenso a la ACB, curiosamente el año en que rompió, para restablecer después, su ligazón con el club verdinegro.

El base de mítico linaje Joan Creus, proveniente del Hospitalet, otro clásico director de juego del contexto LEB como Carles Marzo, el viejo conocido de la hinchada insular que es el experimentado escolta Marc Blanch (integrante del extinto Menorca Bàsquet que ascendió deportivamente a la ACB en 2012), otro rostro también familiar a nivel local, el exHestia Quim Salvans, el pívot letón recién firmado Kriss Helmanis, el prometedor ‘prospect’ Arnau Parrado –estos dos últimos alternarán LEB Plata con dinámica ACB en la Penya– o el imberbe alero húngaro Zsombor Maronka, catalogado como una estrella en ciernes, son otros de los cromos que exhibe el álbum de una plantilla que desde la banda gestionará el técnico Dani Miret.