Raúl Timoner anota a aro pasado ante la presencia de Correia en una imagen del partido disputado este sábado en el Pavelló Menorca y que concluyó con una victoria labrada a pulso para el Hestia | Gemma Andreu

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El Hestia Menorca recuperó la sonrisa este sábado tras vencer al Real Canoe en un encuentro trepidante y que se decidió en los segundos finales donde la experiencia de Pitu Jiménez, vaya partido el suyo, fue determinante. La gran actuación del base -17 puntos, 9 asistencias y 6 faltas recibidas- tuvo el respaldo de Tamayo, Alderete y Longarela en el capítulo anotador y del trabajo defensivo del equipo que frenó a un rival vertiginoso en su juego y que también opositó al triunfo aunque el equipo de Javier Zamora casi siempre estuvo por delante.

El Hestia salió enchufado para colocar un 7-0 que obligó al primer parón visitante, ventaja que se estiró tras el segundo triple de Alderete, ante un Canoe que reaccionó con una buena defensa (10-9) con Menorca en bonus con más de cinco minutos por delante. Un triple de Longarela y una entrada de Timoner con adicional cerraron el cuarto (16-12).

Los de Borja González se acercaron pero un triple de Tamayo y una canasta de Timoner, con buenos minutos, daban otro pequeño estirón al Hestia. El duelo entró en una fase con errores en el pase y tiro por bando que rompieron Pitu y Tamayo desde 6’75 para estirar el marcador (27-20). Los madrileños, comandados por De la Rua, seguían con su infernal ritmo y posesiones cortas para colocarse por delante por primera vez gracias a Ruiz. Menorca se fue arriba al descanso con el postrer acierto de Sorokin (30-29).

En el tercer acto ambos equipos encontraron el acierto desde el perímetro (7 y 5 triples anotados respectivamente) rompiendo los locales el equilibrio (39-38) con parcial de 16-4 para alcanzar su máxima ventaja (55-42 a 2’25) que el Canoe lograba enjugar devolviendo la moneda con triples de Ruiz, Bacale y varias pérdidas de balón locales que desembocaron en un 2-15 para llegar al final con todo por decidir (57-57). En este tercer cuarto, los visitantes solo cometieron dos faltas personales.

El partido caminó en el alambre en el último cuarto, con máxima igualdad y ventajas mínimas por bando. Cinco puntos de Longarela daban aire al Menorca (77-72) pero De la Rua -enorme- no estaba por la labor de que su equipo se fuera de vacío de un Pavelló que empujó, creció la defensa y Pitu Jiménez sacó su repertorio para atar una victoria necesaria y de mérito.