El Hestia Menorca derrotó la noche de este miércoles a El Ventero CB Villarrobledo en Maó | Gemma Andreu

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El Hestia Menorca derrotó la noche de este miércoles a El Ventero CB Villarrobledo en Maó, por 86-74, en el marco de la jornada 25 y penúltima de la conferencia Este de LEB Plata, un triunfo que combinado con las derrotas de La Roda,    Sant Antoni y Benicarló permite al colectivo de Javi Zamora desplazar a los manchegos del cuarto puesto, equilibrar con el cuadro de Ibiza, tercero, con el que se enfrenta en la próxima y última jornada (15-10) y situarse a una victoria del Benicarló, segundo. Una velada inmejorable para el proyecto insular desde un prisma pragmático, que se precipita al epílogo de la Regular con fundadas expectativas de poder mejorar su actual cuarto lugar y hasta de alcanzar la segunda posición.

El arranque de partido hizo presumir, de modo equívoco, un plácido trayecto hacia la victoria para el Hestia Menorca (14-4, discurridos cinco minutos del primer cuarto). La coyuntura no demoró en revertir y el Villarrobledo, con un par de triples, apretó la situación (14-10), que se mantuvo con esa inercia hasta liquidar el parcial (22-22).

Sin apenas tensión defensiva e incapaz de controlar o cuanto menos optimizar su rebote, el Hestia Menorca, que además concedió margen a su rival para sumar de modo cómodo y constante, tanto en diversas acciones a campo abierto como desde el tiro libre (incurriendo en faltas evitables), no supo tampoco alterar ese guión en el segundo periodo, donde el cuadro manchego incluso disfrutó de alguna que otra diferencia ciertamente respetable (+5; 28-33 a 4:17 del intermedio). El talento individual de Jivhaan Jackson (alcanzó el descanso con 17 puntos; terminó con 24) sostuvo al conjunto de Javi Zamora y dio para empatar justo para despedir el segundo periodo (41-41).

Para el tercer cuarto se aparcaron las probaturas y el Hestia Menorca al fin se aplicó. Diego Alderete y el omnipresente Jackson, este con un triple, protagonizaron las primeras acciones ofensivas en ese trecho, lo que derivó en una ligera brecha en favor local (46-41). El tiempo muerto solicitado por el Villarrobledo se distinguió ineficaz, puesto que ni el equipo menorquín detuvo su producción (50-41) ni el manchego advertía la facilidad de juego que sí encontró antes del descanso (65-59, final del tercer cuarto; el neerlandés Halman evitó una descomposición mayor de los visitantes). Un mate de Siewruk al empezar el último cuarto (65-61) pareció incrementar la ‘chance’ del Villarrobledo, pero esa impresión se desvaneció con prontitud, justo lo que tardó el Hestia Menorca en lograr una ruptura de 8-0 (73-61). De ahí hasta la conclusión, el equipo de Javi Zamora supo gestionar y conservar la distancia por encima de la decena (78-66; 80-68) y alcanzar un final más relajado del que hasta el descanso se pudo imaginar (86-74). Un triunfo sin brillo, pero de gran impacto en la clasificación.