Varios jugadores del Hestia Menorca celebran una victoria, tras un partido de esta temporada en Bintaufa. | Gemma Andreu

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Tiempo de playoffs. Por segunda temporada consecutiva y en su historia, el Hestia Menorca accede como quinto clasificado del Este a las eliminatorias por el ascenso a LEB Oro, en cuya primera ronda se cruzará con el Zamora Enamora (quinto clasificado de Oeste, 15-11). Un éxito en toda regla, más en función de la sinuosa temporada regular que tras de sí ha dejado el conjunto insular, que ha incluido desde la pérdida de activos importantes (Corbacho, Marrow) para un proceso de reconversión en plena campaña en un proyecto que con certeza arrancó de cero, la incorporación de otros (Pablo Suárez, Jivvhan Jackson y Héctor Alderete), detenciones o suspensiones a causa de la covid, así como prolongadas lesiones.

Ni tan solo la decepción que significó caer en pista del Sant Antoni Ibiza para despedir la Regular (el cuadro pitiuso se presentó al partido enfrascado en una racha de cinco derrotas en sus últimas seis intervenciones, y además el Benicarló perdió, por lo que el colectivo menorquín malgastó la posibilidad de finalizar como segundo del Este) desmerece lo que en términos globales ha destacado como una campaña notable por parte del Hestia Menorca.

Presente

Sin embargo, el recorrido hasta ahora delineado ya pasa a formar parte del pasado. Todo lo bueno y positivo que ha recogido el tránsito de los últimos meses, el crecimiento defensivo y como grupo, queda en el olvido. El radiante presente se llama CB Zamora Enamora, y se desarrollará en una secuencia de la temporada donde el margen de error es prácticamente inexistente. Un cruce a doble vuelta, con el segundo partido en Bintaufa –al empatar ambos equipos en posición y balance en sus respectivas conferencias, es el coeficiente anotador lo que ha definido que el Hestia Menorca prevalezca como primer clasificado–, el conjunto insular tratará de sortear a un rival en el que emerge de modo diferencial el nigeriano Jeff Solarin, un clásico del universo FEB, del contexto LEB Plata especialmente, donde se ha granjeado la merecida reputación de ser uno de los mejores jugadores de la liga (15 puntos, más de 6 rebotes y 16 créditos de valoración, sus promedios esta campaña).

Pero al margen de rostros prominentes –en lo que el Hestia Menorca tampoco andará a la zaga–, lo que se prevé en el preludio de la eliminatoria es una confrontación de signo incierto, de pronóstico abierto, lo que incrementará si cabe el valor de los pequeños detalles (recordar que saldrá vencedor el equipo que anote más puntos en el cómputo de los dos encuentros).

Zamora suma actualmente su sexta temporada consecutiva en LEB Plata (los mahoneses Xavi Hernández, ahora en Benicarló, y Sergi Llufriu, del Pinta B Es Castell, han formado parte de este pasado reciente del club zamorano), aunque nunca se ha acercado al ascenso (el octavo lugar conseguido en 2019, su mayor cota en la liga).

El equipo menorquín, por su parte, afronta, en su cuarto ejercicio consecutivo en la tercera categoría del país, su segunda presencia consecutiva en la fase de ascenso (en 2020, la covid detuvo la temporada en marzo, abortando cualquuier opción por tanto; en 2021, tras superar al Gijón en una primera ronda totalmente condicionada por el brote de coronavirus que sufrió el equipo, Zornotza fue el ejecutor del proyecto insular). Un excelente resultado que en la presente campaña el conjunto que entrena Javi Zamora tratará de emular y en la medida de lo posible superar. La primera entrega de la eliminatoria, el domingo próximo en suelo castellano-leonés. La segunda y definitiva, el sábado, día 23, en Bintaufa. Tiempo de playoffs para el Hestia Menorca. Zamora, la primera estación.