Xavi Hernández, durante un partido de esta temporada con el Salou | Jonay González

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El base menorquín Xavi Hernández Giménez (Maó, 1992) regresa al Pavelló Menorca, de nuevo como rival, en esta ocasión con la elástica del Brisasol CB Salou, donde el exjugador del Hestia Menorca cumple su novena temporada consecutiva en LEB Plata, segunda desde que abandonara el proyecto insular.

Sin embargo, a los buenos números de Xavi (13 puntos, más de cinco asistencias y por encima de los 15 créditos de valoración por partido) no le es paralela la dinámica del equipo catalán, penúltimo clasificado de la conferencia Este, con una sola victoria en cuatro jornadas; su visita a la Isla, siempre motivo de satisfacción, en esta oportunidad por tanto conlleva implícita cierta necesidad de victoria. Voz a Xavi Hernández, a dos días de jugar en Bintaufa como adversario del Hestia Menorca.

Ante todo, ¿cómo está, qué tal por Salou?

—Estoy muy bien aquí en Salou, pero hemos tenido un inicio bastante desafortunado. Desde que he llegado, desgraciadamente se nos inundó el pabellón y debido a esto las primeras siete jornadas las tendremos que jugar fuera de casa; además, hemos tenido lesiones de jugadores importantes como pueden ser Ronnie Gundo o Iker Montero, y eso nos ha llevado a tener que entrenar con menos de diez jugadores desde la pretemporada.

¿Por qué se decidió a formar parte del proyecto del Salou?

—Mi intención para esta temporada era probar en el extranjero, pero por culpa de diferentes factores, independientes a mí, he tenido que seguir en España. La propuesta del Salou era lo que a mí, en el punto en el que me encuentro ahora mismo de mi carrera, más me gustaba, después de jugar los últimos años en equipos de arriba, luchando por subir de categoría, el Salou me ofreció una mayor responsabilidad individual, con unas condiciones muy buenas y un rol diferente, para luchar por cosas más humildes.

¿Qué objetivo se plantean, cuando habla de cosas más humildes, para esta temporada?

—El objetivo es claramente, con todas las cosas que nos han pasado, la salvación, mantener la categoría. Vamos muy tarde en cuanto a preparación, por las lesiones y la inundación del pabellón, ahora debemos ir a sacar todos los partidos que sea posible fuera de casa y cuando recuperemos la normalidad, podremos pensar en ganar más partidos y mirar más arriba en la clasificación.

¿Cuál es el estilo de juego que mejor define al Salou?

—El estilo de juego que presenta Jesús Muñiz es un estilo de juego muy valiente, debido a que es un baloncesto más arriesgado, donde ‘enseñamos los dientes’ y como todo en el básquet, tiene sus cosas buenas y también sus cosas malas. También tenemos muchos jugadores nuevos en la categoría, que aún se tienen que adaptar, a la liga y al equipo.

¿Le atrae el venir de nuevo a jugar a Menorca y contra el Hestia Menorca?

—Volver a Menorca siempre está bien, poder ver a toda la gente del club, con la que hay un gran aprecio mutuo y que siempre me lo han demostrado, es algo que siempre gusta, por lo que sí, tengo ganas de volver. No creas que me gusta volver como rival, debido a que al ser de la Isla tengo sentimientos cruzados, encontrados.

¿Cómo ve el actual proyecto del Hestia Menorca?

—El proyecto del Hestia Menorca sigue en la línea que se propuso, hemos podido ver una reconstrucción, empezando por los cimientos de establecer una base con talento, muy bueno y joven, como pueden ser los Pablos, Tamayo y Diego (Alderete). Este año han mantenido la estructura base y han hecho incorporaciones muy interesantes para poder mejorar y dar un paso más. También añadir que, en mi opinión, no hay que esconder que el fichaje de ‘Slava’ Kravtsov es diferencial en la categoría.

¿Por qué no siguió vinculado al Hestia Menorca? ¿Fue decisión suya no continuar?

—Lo explicamos en su día, fue una decisión mutua, tanto en el momento que se encontraba el club y como me encontraba yo, decidimos que era el momento de hacer un punto y aparte en la relación. Ellos buscaban reconducirse y yo buscaba otros objetivos, fue una decisión meditada y comentada, y estoy contento con la decisión que tomé.

Si el Hestia Menorca logra a ascender a LEB Oro y le presentan una propuesta para fichar, ¿volvería?

—Ante todo, me alegraría mucho por ellos en caso de un ascenso, por toda la buena gente que hay en el club. Y tanto si me llamaran para jugar en Liga EBA o en LEB Plata, por el simple hecho de ser de Menorca, sería una opción a plantearme.

¿Tiene otros negocios u ocupaciones al margen del baloncesto?

—Todo el mundo sabe que soy fisioterapeuta en el hospital durante el verano, primero porque me gusta y segundo porque también es una manera de preparar mi futuro. También estoy enfrascado en diferentes proyectos y negocios para ir planteando una vida después del baloncesto. Ni de lejos me planteo una retirada cercana, pero es una manera divertida de combinar presente y lo que será mi futuro.

En esa línea, ¿considera que los jugadores no deberían tener únicamente la mente en el baloncesto y tratar de estar al día en el mundo laboral, para cuando llegue una futura retirada?

—Todo va en función de las necesidades de cada jugador, si eres un jugador de ACB, una vez te retiras tal vez puedes permitirte no trabajar, pero en las ligas FEB hay sueldos y condiciones muy diferentes. Hay sueldos muy precarios y eso puede llegar a ‘obligar’ a algunos jugadores a combinar el baloncesto con un trabajo. Afortunadamente no ha sido mi caso, pero es una realidad que existe y está presente.