El alero francés del Hestia Menorca, Edwin Jackson, ejecuta un tiro en suspensión durante el partido del sábado pasado ante el Mollet.  | Katerina Pu

TW
1

El Hestia Menorca visita esta noche la pista del Peña Recreativas Lobe Huesca La Magia, en el partido que cierra la jornada 12 de Regular de la conferencia Este de LEB Plata, de incidencia absoluta en la carrera por sellar la clasificación para la final de la Copa LEB Plata (que de lograr, jugará en Maó).

A raíz de su victoria en la velada del pasado sábado ante el Mollet, y de las derrotas de algunos de sus rivales directos en la batalla por el primer lugar (como Class Sant Antoni y Fibwi Palma), las posibilidades del equipo menorquín, en ese sentido, se han multiplicado de modo exponencial. De hecho, de ganar los dos partidos que restan para el cierre de la primera vuelta (esta noche en suelo oscense y el día 28, en Maó ante el Gran Canaria), la presencia del Hestia Menorca en la pugna por el primer título del año será una realidad salvo que se produzca una extraño (como que el Benicarló enjugara un diferencial de más de 70 puntos en esos dos duelos, que por supuesto debe ganar). En caso de que los de Javi Zamora suscriban una derrota en ese tramo, el margen de otros conjuntos en cambio sí se incrementaría.

Por tanto, las combinaciones son múltiples, pero para orientarlas favorablemente hay que ganar. Y en eso se centra el Hestia Menorca en su desplazamiento a la sierra pirenaica para medirse a un equipo que rebosa historia (el Huesca ostenta un pasado de doce años en la ACB, de 1985 a 1996, y ha sido capaz de ganar el título de Copa LEB Plata, en 2010) y que aunque orbita en una situación discreta en la clasificación (décimo puesto, 4-7), se presenta en el partido después de ganar en pista de L’Horta Godella, 67-72, y de caer, jugando a buen nivel, en la semana previa ante el Gran Canaria. Lo que garantiza, más al cobijo de su afición, un adversario cuanto menos competitivo.

Con certeza, la productividad del conjunto aragonés reposa en dos focos muy localizados; el pívot neerlandés Marinus N’Guessan y el alero oscense Jorge Lafuente. Ambos rostros prevalecen en la mayoría de apartados estadísticos de la liga.

N’Guessan, con pasado en LEB Oro y en la NCAA (jugó para los ‘Cowboys’ de Oklahoma State y con los ‘Buccaneers’ de Universidad de East Tenesse State) exhibe en la actual campaña unos promedios de 16 puntos, 8.5 rebotes, casi un tapón y más de tres mates por partido; por su parte, Lafuente, un producto de la cantera aragonesa que rebosa experiencia en las ligas FEB, lidera el ranking de rebotes defensivos (6.9) y es el jugador que más valora de la liga (24.3 créditos por cita).

La lectura en el preámbulo del partido, desde una óptica menorquina, es clara por tanto; tratar de contener las prestaciones de los dos ‘totem’ del Huesca. De conseguirlo, las opciones de victoria, y por tanto de asomarse a la Copa, se incrementarán porcentualmente, considerando asimismo que el Huesca, que empezada la temporada cortó a Victory Onuetu y Guille Colom (ahora en el CB Zaragoza de la liga EBA) y esta semana al madrileño Germán Kasanzi, en principio solo contará con un roster de ocho jugadores para enfrentarse al Hestia Menorca. Pérdidas para el rival que, teóricamente, suman en favor insular. La Copa pasa por Huesca.