No pudo ser. El Hestia no pudo conseguir la Copa en Menorca | Josep Bagur Gomila

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El primer título debe esperar. El Hestia Menorca no pudo estrenar su palmarés particular después de ceder anoche en la final de Copa LEB Plata, en un Pavelló Menorca que se vistió de gala y registró la mejor entrada en muchas temporadas, ante el UBU Tizona Burgos (76-90), que por su parte celebra su tercera corona en la competición (tras las logradas en 2005 y 2006) y por añadidura confirma su condición de máximo favorito al ascenso.

Fue un partido fragmentado en una doble trama; desde el salto inicial hasta el tercer cuarto, en que el Tizona dominó y jugó a lo que le interesó, y desde ese entonces hasta el final, que fue cuando el Hestia Menorca, con todo en contra, se levantó e incluso por momentos, hizo soñar a una grada abarrotada y totalmente entregada.

Pero no pudo ser. La ausencia de Edwin Jackson, cuyo concurso se descartó a mediodía de ayer, a pocas horas del partido, ante el riesgo que implicaba su participación, mermó el potencial y alternativas del Hestia Menorca en ataque. Pol Molins, autor de 22 puntos, y Nacho Arroyo, que hizo 20, tomaron el relevo. Pero no alcanzó. No ante un rival superior en el juego interior y que desplegó, en todas las líneas del juego, una defensa intensa, pegajosa, de constante búsqueda de situaciones de 2x1, también permitida por el extraño criterio arbitral (y un dato revelador al respecto; el Menorca ejecutó 9 tiros libres; el Burgos, pese a mostrarse con mucho mayor rigor atrás, lanzó 47).

El Tizona, con certeza, marcó el ritmo desde el primer cuarto. Su defensa le permitía continuados robos de balón, como también provocar que el Hestia Menorca rebajara drásticamente sus porcentajes de acierto, lo que se tradujo en un -8 cuando apenas se había sobrepasado el ecuador del parcial (7-15). Cremo, autor de 9 puntos en ese tramo del partido (finalizó como MVP), y Diene, en los aledaños del aro (5 tantos), asumían la producción burgalesa en ataque. El relevo, en ese sentido, lo asumio el congoleño Garmine Kande a partir del segundo cuarto. El pívot de Tizona, rocoso en defensa y resolutivo en ataque, facturó 7 puntos en esos 10 minutos, incluido un mate colosal para culminar un ‘alley hoop’ que además significó el 24-41. De efecto devastador. Para llegar a esa distancia, Ayoze Alonso se sumó también al ataque burgalés, para una ruptura en favor de Tizona de 4-12 (de 20-32 a 24-44).

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El Menorca, por contra, desprovisto de su mejor jugador (Jackson), no acertaba en dar con un protagonista consistente en funciones de anotación. Lo intenaba Molins, también Miskovic, tratando de agradar en su estreno con la elástica insular, pero apenas Arroyo (7 puntos al intermedio) y algún acierto puntual de Tomaic sostenían a un colectivo que en cualquier caso tiró de defensa y arrestos para comprimir de modo tenue el marcador al descanso (31-46).

El retorno al juego tras el parón no repercutió para mejorar la realidad del Hestia Menorca. Cremo, con unos libres y un triple, y otro ensayo desde 6.75 del veterano alero argentino Bortolussi, acierto que además celebró de modo efusivo, obligaron a Javi Zamora a detener el partido apenas discurridos dos minutos del tercer parcial (33-54). Alonso, tras la interrupción, imponía una nueva máxima (-23; 33-56 a 7’), y en esos cauces prosiguió el partido hasta cerrar el tercer periodo (48-68).

Con todo perdido, a priori, el Hestia Menorca encontró en una zonal presionante, que ahogó las líneas de circulación rival durante varios minutos, una carta para soñar con obrar la proeza. En apenas cuatro minutos, la diferencia se redujo a once puntos (62-73). Luego a diez, tras un triple de Arroyo (65-75), que puso Bintaufa en combustión.

El Menorca se había apropiado del rebote, negaba todos los tiros al Burgos y con cuatro ‘bajos’ en pista llegó a acercarse a un -7 tras canasta de Miskovic (70-77, a 2:10). Pero fue esa acción el canto del cisne menorquín. Alonso y Diene, desde el tiro libre, como no, recuperaron el margen de tranquilidad para el Tizona (71-84), desterrando a la par cualquier atisbo de remontada local. La Copa fue esquiva para el Hestia Menorca (76-90). Queda la liga.