Edwin Jackson, dando indicaciones a Molins y Miskovic durante el descanso del último partido que el Menorca jugó en Maó | Gemma Andreu

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El Hestia Menorca, enfrascado en la secuencia de calendario más exigente de la fase regular (viene de jugar contra Cornellà y Prat; y le aguardan, tras el parón del pasado fin de semana, Benicarló y Fibwi Palma), paralelamente, y obligado por las circunstancias, afronta este trecho del curso como una suerte de pretemporada.

Si no hasta ese extremo, sí que con certeza el equipo de Javi Zamora, en virtud de la metamorfosis que ha experimentado su roster en el último mes y pico, se ve en la necesidad de encajar nuevas piezas, de recuperar otras y en suma, de reagruparse para afrontar el ‘rush’ final de la regular y la postemporada en la mejor disposición. De forma y de efectivos.

Tal proceso, al que ha contribuido el parón del pasado fin de semana, tiene nombres propios; empezando por el último en llegar, el joven pívot Emil Stoilov, quien recaló a préstamo en Bintalfa hace quince días, justo después de renovar por Estudiantes. El interior búlgaro, que en principio cierra la relación de adquisiciones para esta temporada (cuanto menos, en este mercado invernal, cuyo plazo terminó anoche), debutó apenas llegó, en la derrota ante el Prat, para, de inmediato, marchar con su selección, que le reclutó con motivo de la reciente ‘ventana FIBA’.

Lumbalgia

Pero Stoilov, aquejado de lumbalgia, apenas ha disfrutado de minutos con el combinado búlgaro y no ha regresado a Maó en plenitud física, de ahí que el cuerpo técnico menorquinista le mantenga ‘entre algodones’ en las fechas previas al partido contra el Benicarló (el sábado, a las 19.30 horas). No obstante, desde el Pavelló Menorca no ponen en cuestión su concurso para tan importante cita contra el cuadro del Baix Maestrat, si bien la actual coyuntura no favorece que se acelere la integración a la estructura de equipo de un fichaje que debe repercutir como fundamental para el grupo insular.

Otro de los rostros a seguir es Nikola Miskovic. El ‘3-4’ serbio, que firmó hace un mes por el cuadro menorquín, falto de ritmo y de partidos cuando su incursión, abunda en el procedimiento para acortar etapas. Jugador de calidad y con unas características físicas que deben concederle un estatus de elemento diferencial en LEB Plata, en la Isla esperan que la distancia entre su momento actual y su mejor versión no sea ingente. La liga no espera a nadie.

Pablo Suárez, tras algo más de un mes con problemas físicos, también se aproxima a su punto ideal de forma. El exterior madrileño, una amenaza en el juego perimetral, puede ser un hombre importante en la rotación menorquina, siempre que consiga, y las circunstancias físicas se lo permitan, recuperar su hueco en la rotación de Javi Zamora.

Y para terminar, el rostro más importante y desequilibrante de cuantos actualmente integran la plantilla del Hestia Menorca, el superlativo escolta francés Edwin Jackson, quien después de tres semanas lesionado, lo que le privó de jugar la final de Copa, reapareció el sábado previo en pista del Prat, anotando 25 puntos a pesar del espartano marcaje al que fue sometido por la defensa catalana. En cualquier caso, Jackson no estuvo al cien por cien de condiciones en su retorno (algo lógico, tras varios días sin partidos), por lo que se trata de otro factor que puede y debe ir a más en pro de un colectivo que ha perdido el liderato y caído al tercer lugar en menos de un mes.

Recuperar, no ya la primera posición (la dinámica del Prat sugiere que resultará ardua empresa el desbancarle) sino sensaciones y la dosis de seguridad y convicción que los últimos resultados hayan podido mitigar, pasa por un máximo rendimiento de los jugadores antes citados, pero también del resto del equipo.

Álex Tamayo, Diego Alderete, Pol Molins, Álvaro Sanz, Josip Popic (quien tras un estimulante estreno contra Alginet luego de varios meses sin jugar a causa de una sensible lesión, no termina de arrancar), Maxime Yomi, Nacho Arroyo (el base chileno ha sido el mejor jugador del equipo en el último mes de competición), Joshua Tomaic… todos deben dar un paso al frente, en tanto que el reto de pelear por el ascenso a LEB Oro depende de las prestaciones de un equipo que ahora, en pleno mes de febrero y en el albor de marzo, trata de rearmarse y de reajustarse (el sábado ante el Benicarló, primera reválida) tras una suerte de pretemporada en pleno invierno.