Oriol Segura, en un momento de la entrevista concedida a 'Es Diari' | Gemma Andreu

TW
4

El presidente del Hestia Menorca, Oriol Segura, nos recibe pocos días después del histórico ascenso a LEB Oro materializado por el club, una conquista que representa la mayor cumbre deportiva de una entidad con apenas un sexenio de recorrido, como también del deporte insular a lo largo de la última década, y que supone e impone por extensión el inicio de un nuevo ciclo, más estimulante y atractivo en lo competitivo, pero también de mayor exigencia a nivel estructural, económico y logístico; todo ello, además del flamante éxito logrado en la pista, lógicamente, abordamos con este empresario catalán totalmente enraizado a la Isla y que ya es historia viva del deporte local.

Han discurrido cerca de 100 horas desde el ascenso a LEB Oro. ¿Aún sigue en una nube?

—Nunca he estado en una nube. Siempre tenemos los pies en la tierra, la ilusión nos llena, pero siempre con los pies en la tierra.

Una victoria, en cualquier caso muy especial.

—Sí, está claro. Nuestra fuerza es la gente que acude al Pavelló, tener la sensación de tener una gran masa que respalda el proyecto, es lo que nos motiva.

¿Esperaba un aforo de 5.000 personas el día del ascenso?; una cifra de ese calibre, en LEB Plata y para Menorca, son palabras mayores.

—Son palabras mayores, pero sí, esperaba muchísima gente, estaba convencido, era una ocasión especial. Mucha gente que igual no ha venido en muchos años, esto ha sido el ‘chispazo’ que ha propiciado que muchos volvieran al Pavelló. Mucha gente así me lo ha comentado.

Al margen de lo deportivo, imagino que esa es la otra gran victoria del proyecto, llenar otra vez el Pavelló.

—Sí, sin duda. Y otra gran victoria fue tener a los ocho clubes de baloncesto de la Isla, con sus canteranos uniformados, en el Pavelló. Que esa es nuestra labor desde el inicio, intentar mejorar la relación de los clubes locales y, en la medida de lo posible, mejorar la formación de los niños. En breve tendremos un encuentro con todos los presidentes, que es algo que se perdió un poco con la pandemia. Eso me motiva, que los clubes de la Isla sean más fuertes con la presencia del Bàsquet Menorca y viceversa. De hecho, yo soy un hombre de rugby, si estoy en el básquet es porque mis cuatro hijos han jugado y se han beneficiado de la labor de formación altruista que desarrolla mucha gente en la Isla, y por eso estoy aquí, en agradecimiento a ese trabajo.

Comentó el día del ascenso que en ese partido final no sufrió, pero que sí lo hizo durante la temporada. ¿En algún momento llegó a pensar que el ascenso no cuajaría?

—Sufría por el hecho de pensar que subiríamos (risas). Mira, al inicio de temporada desconocía como llegaríamos a estas alturas en cuanto a número de socios, de público, patrocinadores… una serie de cosas de las que nos vimos muy mermados en las dos temporadas de pandemia, y sufrí por eso. En definitiva, el ascenso no era un objetivo, sino que ha sido una consecuencia del trabajo realizado. Hubo un planteamiento mucho antes de ascender, hicimos números, y si el club no estuviese en disposición de asumir el ascenso, no lo habríamos celebrado como lo hicimos, y por supuesto no lo asumiríamos.

La incursión en LEB Oro, ¿exigirá muchos cambios a nivel de estructura?

—Debemos ver las necesidades que nos reclama el ascenso, pero está claro que tenemos que dar un paso adelante a nivel de estructura, no podemos seguir igual que en LEB Plata. A nivel económico hemos hecho cuentas y el ascenso es asumible, aunque sabemos que tenemos mucho trabajo con los patrocinadores, con los socios y con las administraciones. Pero el trabajo no nos asusta; no lo hizo en EBA, ni en LEB Plata y tampoco lo hará ahora. Mantendremos la misma filosofía, con el tema del mate al estigma, de la salud mental, la formación, mejorar el ambiente de las gradas... el ser un espejo para la gente en edad de formación, y para mí eso es crucial; ubicar a Menorca en el mapa nacional como un enclave de excelencia.

gg230523010 (5).jpg

¿Qué presupuesto reclamará competir en LEB Oro?

—No lo sé. Sí que habrá que incrementar en un porcentaje importante el presupuesto que teníamos hasta ahora, pero no puedo precisar una cifra.

De sus palabras se desprende que Hestia se mantiene como patrocinador principal.

—Eso espero. Hestia es más que un patrocinador, que parece que no tiene retorno, pero a nivel de filosofía, es ir de la mano de un compañero. Nosotros hemos prescindido de algunos patrocinadores porque no comulgábamos a nivel de filosofía, y en cambio con Hestia, es como ir sin mochila, sin problemas.

¿Y de llegar un empresario de reputación, digamos dudosa, con deseo de invertir un gran capital en el club, como ha sucedido en otros enclaves y deportes, aceptaría esa opción?

—Yo diría que no. Prefiero tener menos dinero, pero que sea limpio. Y sobre todo, que lo que defienda, tenga que ver con lo que hacemos nosotros. Por ejemplo, de publicidad de casas de apuestas, no queremos saber nada.

Javi Zamora. Imagino que es intocable.

—Aquí nadie es intocable, ni el presidente. Lo importante es el proyecto. La vida da muchas vueltas, lo importante es el espíritu, y lo que cuenta es eso, que Menorca tiene un espíritu de formación de básquet como no lo hay en otros sitios, y eso es lo importante.

Pero Zamora, ¿sigue o no? Tiene contrato.

—Por lo que he visto, por su modo de trabajar, de implicarse, que se iba a Ferreries a entrenar a cadetes, todo por el club… tengo claro que quiere quedarse, y no lo se por él. Zamora vino con una idea romántica de lo que es esto, con ganas de aportar y a la vez de adaptarse al club… nunca sabes lo que puede ocurrir,    pero ‘Zamo’ se ha convertido en un referente en la Isla.

Jugadores. Hay margen, ¿pero algún nombre en mente, alguno que sepa que no va a continuar?

—Me gustaría que continuasen el mayor número de jugadores posible, pero no depende de mí. Pero sí tenemos claro que queremos un determinado perfil, no solo buenos jugadores, también buena gente.

Imagino que, por ejemplo, Diego Alderete, sí continuará.

—Entiendo que sí. Diego es más que un jugador. Y sinceramente, de las cosas que más respeto me imponen del ascenso que hemos conseguido es tener que cambiar jugadores por motivos técnicos, que entiendo que debe hacerse. Yo soy el presidente, pero aquí funcionamos como un equipo. Y a título personal, no como presidente, te puedo comentar que me gustan Suárez, Alderete, Longarela, Tamayo, Nacho Arroyo, Stoilov, Miskovic, que es un tío encantador… buenos chicos, a veces incluso he hecho de padre con ellos, son chicos de 20 años… creo que tenemos un plantel impresionante, cada uno con sus proyectos deportivos, pero Menorca es su casa. Lo que desconozco es como se planteará la próxima temporada, pero a mi me gustan todos. Y al igual que a Pitu Jiménez lo hemos hecho menorquín, otros también se harán menorquines.

Joan Faner, Agustí Sans… en LEB Oro hay producto menorquín, ¿se intentará reclutar a alguno de ellos?

—A nosotros nos encantaría tener menorquines en el equipo, pero depende de la planificación deportiva, de los intereses de los jugadores… pero sería fantástico poder tener algún menorquín. Lo que no sé es si intentaremos ficharles, no depende de mí.

¿Qué tipo de proyecto promoverán para el primer año en LEB Oro? Suponemos que se intentará forjar un equipo que pueda lograr una permanencia desahogada.

—El planteamiento será el mismo que en LEB Plata, esto es, formar un equipo que se adapte a nuestras posibilidades económicas, no sacar los pies del tiesto, y formar un proyecto deportivo lo más sólido posible y en progresión. Los chicos que vengan, jóvenes con ganas de crecer, que tengan que marcharse porque mejoran. Para nosotros es un orgullo tener a gente en etapa de formación.

Aún es pronto y habrá que articular la campaña de abonados, pero de los 5.000 aficionados que acudieron al Pavelló en el último partido, ¿cuántos cree que se harán abonados la próxima temporada?

—Hemos de incrementar la cifra, el mayor número posible. ¿1.500 abonados? sería una buena cifra, pero cuando alguien que no es socio viene al Pavelló, paga la entrada, y al final los números casi salen mejor. Si tenemos muchos socios, nos dará una seguridad, pero como empresario, casi te diré que mejor si pagan entrada.

Insiste en que la premisa del club es formar. Llegados a este punto, ¿se ha planteado el Hestia Menorca articular su propia cantera?

—A ver, cuando sale un chaval bueno, a los 18 años se va a estudiar. Me encantaría que Menorca pudiera tener una cantera con todos los clubes de la Isla para nutrirla, lo que no es viable, pues los chicos, por muy buenos que sean, cuando alcanzan una edad, tienen que irse a estudiar.

Hace siete años, cuando el Bàsquet Menorca se encontraba en pleno proceso de gestación, nos comentó que su intención era ayudar a recuperar el baloncesto de élite y que una vez conseguido el objetivo, se desmarcaría. ¿Considera que ha llegado ese momento? ¿Se ha planteado dejar la presidencia?

—El alma mater del proyecto es Miki Ortiz, yo soy presidente de forma accidental y el trabajo aquí es muy coral. A mí Miki (Ortiz), cuando me planteó el proyecto, le comenté una serie de cosas y mira, es como en política, que muchos critican y luego no hacen nada. Yo no soy de criticar y sí de hacer cosas, y cuando veo que algo se puede mejorar y puedo ayudar, siento que es como devolver lo que ha hecho Menorca por nosotros. Y de verdad, que esto es un proyecto con entidad propia, está por encima del presidente y de todo. Tenemos claro lo que queremos impulsar y fomentar. A mi, ser presidente me quita muchas horas, del trabajo, de relaciones personales… te condiciona la vida, pero está claro que también nos mueve la ilusión y por ilusión se hacen muchas cosas. No puedo responder a esa pregunta, la verdad. El día que, por lo que sea, piense que debo dar un paso al lado y dejar la presidencia, ya lo comunicaré, pero de momento sigo.

¿Ha soñado alguna vez con la ACB?

—No. Mira, hay cosas que tienen sentido, y otras no.

Somos del parecer de que la ACB es irreal para la Isla… pero ya se alcanzó con anterioridad. Y también entonces parecía imposible.

—Era otra época, con otra coyuntura económica y política, y el baloncesto estaba en otro momento. No creo que eso vuelva, no dentro de un criterio de sostenibilidad. Creo que la ACB no es la realidad de Menorca. No soy un profesional    de la gestión deportiva, voy aprendiendo sobre la marcha, en función de lo que me estoy encontrando, y la verdad, desconozco lo que me encontraré en LEB Oro, por lo que me estás haciendo una pregunta estratosférica. Yo veo números y creo que para Menorca la ACB no es real ¿si se diera el caso? pues lo estudiaríamos y trabajaríamos para asumir el reto siempre que se dieran las condiciones económicas y sociales. Pero a mí mucha gente me dice que en EBA ya estaban bien.