El Gipuzkoa pone a prueba al Hestia Menorca

El equipo donostiarra se planta en Bintalfa con cuatro victorias en los últimos cinco partidos y amenaza la salvación de Menorca en un partido muy especial para Javier García Panizo

Pape Bocar Sall y Emil Stoilov, en el salto inicial del partido de la primera vuelta. | Óscar Araujo

TW
0

El Hestia Menorca afronta una nueva final en su lucha por lograr la permanencia, una temporada más, en Primera FEB. El duelo de esta tarde (19.30h) se presume vital ante un rival directo como es Inveready Gipuzkoa.

El conjunto donostiarra, por encima de los menorquines en la clasificación con un triunfo más, llega lanzado a la cita con cuatro victorias en las últimas cinco jornadas. Una sola derrota ante Estudiantes y la superioridad mostrada en el último encuentro frente a Tizona Burgos (90-69) son la carta de presentación de un adversario más que temible en estos momentos gracias al crecimiento de jugadores «de experiencia y de la casa», unidos a la presencia del gigante croata Josip Vrankic y una línea exterior de talento.

La victoria de Cantabria sobre Valladolid (81-88) en el Pisuerga provoca que los de Torrelavega igualen a Menorca en la tabla. Por tanto, los de Javi Zamora están obligados a ganar. «Como venimos diciendo en las últimas semanas, nosotros no podemos estar pendientes de otros resultados ni otros partidos en los que nada depende de ti. Tenemos que intentar ser lo más competitivos posibles, centrarnos en el siguiente escalón como si fuese el último partido de la temporada», expresa el técnico madrileño, que podrá disponer de un Pol Figueras entre algodones. La rodilla del base catalán todavía arrastra las molestias que le han mantenido apartado en los últimos partidos.

«Las seis finales que quedan van a ser igual de importantes. Vamos a afrontarlas con la misma ilusión y, sobre todo, la misma ambición. Nos hemos ganado el derecho a permanecer en la categoría dependiendo de nosotros mismos. Por eso vamos a poner toda nuestra energía y nuestro foco en Gipuzkoa», sentencia el preparador del bando insular.

Vínculo vasco

Para contrarrestar las principales armas de la escuadra vasca, Zamora cuenta con la ayuda de su inseparable mano derecha: Javier García Panizo (Barakaldo, 1978). Además de conocerla al detalle por su rol de analista en tareas de scouting —a la que dedica ahora más tiempo en sus trayectos en bus entre Maó y Ciutadella, donde vuelve a residir ahora tras varios años—, Panizo guarda una gran relación con el club y, en especial, su entrenador, Mikel Odriozola. «Me llevo muy bien con él. Los dos hemos entrenado en la cantera del CB Paules, donde yo también estuve toda la vida como jugador», explica un Panizo que intentará hacer un hueco en su agenda para verse con Odriozola fuera de la pista.

Tras un breve periodo en Zornotza en Segunda FEB, ‘Pani’, como se le conoce de puertas para adentro de forma cariñosa, regresó en marzo a la Isla «para sumar» en el cuerpo técnico de un «tren en marcha». Su primera experiencia como primer entrenador a este nivel, para la que se veía «preparado» al creer que era «el momento idóneo», le ha servido para aportar una energía y una óptica renovada al grupo en este importantísimo tramo final de temporada.

Aprendizaje en Zornotza

«Respecto a lo que hacía otros años, sí que ahora interiorizo las ideas como si fuese el primer entrenador y las transmito de dicha forma. He dado ese pequeño paso que me pedía ‘Zamo’. Él siempre me decía ‘cuando veas los partidos, tienes que hacerlo como primero. Tú tienes tus ideas por encima de las mías’», apunta.

Pese a que su Zornotza dio la cara en cada partido, tal y como demuestran los resultados tan parejos y ajustado a lo largo de la temporada tanto en las victorias como en las derrotas, la trayectoria del equipo lo derivaba al farolillo rojo del grupo Oeste.

Eso fue lo que precipitó la marcha de Panizo hace un mes. «Habría hecho muchas cosas de manera diferente, pero bueno, era mi primera experiencia en un club que no conocía. Las expectativas eran unas y luego fueron otras... lo mismo con el presupuesto y las infraestructuras. Al principio no supe tomármelo de la mejor manera», confiesa sobre un contexto difícil que explica su etapa en Amorebieta y el rumbo del equipo.

Este ha conseguido enderezarse tras la llegada de Íñigo Núñez, recomendación y amigo personal de Panizo. Los vascos se sitúan ahora a dos victorias de la salvación y a una de la primera plaza del playoff por el descenso. La segunda de esas plazas la ocupa Algeciras, con el cual Zornotza y el Ciudad de Huelva de Raül Timoner (diez derrotas seguidas e inmerso en una grave crisis institucional) comparten triple empate. «Ojalá lo saquen», desea.