Fue una etapa que colmaría todas las expectativas de los participantes, especialmente los de fuera, que quedaron muy sorprendidos por la belleza de la costa sur de Ciutadella | Nolo

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Este sábado tuvo lugar la tercera y última etapa de la 12 edición de la Volta Menorca BTT con salida a las 11 horas desde Ciutadella. Era la etapa más larga, con 68 kilómetros de recorrido y los primeros participantes llegaron sobre el horario previsto, a las 16:40 horas.

Fue una etapa que colmaría todas las expectativas de los participantes, especialmente los de fuera, que quedaron muy sorprendidos por la belleza de la costa sur de Ciutadella. Además, era la etapa que, aparte de ser la de más de costa e ir por el Camí de Cavalls, resultaría más técnica, larga, intensa y de más paisaje. Y es que, después de pasar por el Barranc d'Algendar y recoger el avituallamiento en Es Migjorn Gran, pasaban por las playas de Cala Tomàs, Binigaus, Cala Escorxada, Cala'n Fustam, Trebalúger y Cala Mitjana, hasta recoger el avituallamiento líquido en Cala Galdana, donde retomaban por Macarella, Cala Turqueta, Es Talaier, Son Saura y Son Xoriguer.

En Trebalúger tendría lugar una de las curiosidades de la jornada, puesto que el río profundo llegaba hasta el mar y la organización había preparado ayer dos puentes, para que los participantes pudieran subir sin más problemas. El buen 'rollo' y el compañerismo han sido protagonistas de las tres etapas, junto con el buen tiempo y el calor. La exigencia de la etapa de ayer hizo que los participantes llegaran muy tocados al Cap d'Artrutx, donde el Camí de Cavalls que llega hasta Cala Blanca es extremadamente técnico y pedregoso. Justo al acabar este camino, se producía la única caída que necesitaría de atención médica, puesto que un participante sufrió algunos cortes que necesitaron de puntos de sutura.

Importante remarcar, según la organización, que las medidas de protección ambiental que había previsto la PC Ciutadella, funcionaron a la perfección y el respeto mostrado por los participantes fue modélico, según la propia peña ciclista de Ponent. Como es habitual, «los participantes tienen que tener respeto con el paisaje y el entorno, especialmente de la Red Natura 2000, y cuidarlo para poder seguir disfrutando de este deporte que vincula natura y vida sana», expresaron.

A la noche, finalizaba la vuelta con la fiesta de clausura en el IES Maria Àngels Cardona de Ciutadella, donde se degustó una fideuá cocinada por el equipo de cocineros y voluntarios, dirigidos por Joan Mir. Los Feeling pusieron la animación y se hizo entrega de los trofeos simbólicos, al participante más joven, al que vino de más lejos, grupos más numerosos y voluntarios.