El nuevo e indédito recorrido de la primera etapa de este sábado hizo las delicias de los cerca de 300 participantes en la edición de este 2022 de la Volta Cicloturista Internacional a Menorca | David Baret

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El paisaje de Menorca se enfundó este sábado su maillot ciclista con casi 300 cicloturistas que participaron en la primera jornada de la XXI Volta Cicloturista a Menorca. Una etapa soleada pero marcada por la humedad y unas temperaturas veraniegas que puso a prueba la preparación y resistencia del pelotón, que disfrutó del pedal en los 100 quilómetros.

Nervios de inicio y mucha emoción y alegría por el reencuentro, en muchos casos, en la 21 edición de la última romántica del calendario cicloturista que estrenó ubicación desde la plaza Conquesta de Maó. Bajo el arco de salida estaban los invitados del Euskatel para el corte de cinta inaugural, con el acalde de Maó, Héctor Pons, el concejal de deportes, Carlos Montes y el vicepresidente de la Fundació Foment de Turisme, Josep Pastrana, donde solo faltó Joseba Beloki, que este sábado recibía un homenaje en su tierra natal. Sí que estaban, Igor Antón, Samuel Sánchez e Iban Mayo, inmortalizando el momento con sus teléfonos móviles, junto a Artur Sintes, director de la prueba y alma mater del proyecto, junto a Lina Puig y los miembros de la Asociación Cicloturista de Menorca.

Recorrido innovador

Además de estrenar salida la etapa tenía previsto un recorrido inédito por la costa sur de Sant Lluís a su paso por Punta Prima, Binibèquer y Binissafúller que encandiló a los cicloturistas por su belleza y que en su día formaron parte de la Ruta dels Fars, también organizada la Asociación Cicloturista. En la etapa, Mayo o Sánchez piropeaban a Sintes por tener una isla espectacular para recorrerla con las dos ruedas y el paso por el centro de Es Migjorn, precedido a la llegada a Ferreries para la subida a S’Enclusa, regaló uno de los momentos de emoción ciclista, con la escapada en solitario de algunos corredores, demostración de tripas corazón para llegar antes a la cima de esta cicloturista no competitiva pero en la que el honor de llegar primero siempre cuenta.

Tras el avituallamiento, el pelotón prosiguió a Es Mercadal para adentrarse en el Camí de Tramuntana, antes de regresar a Maó, por el puerto y arterias del casco urbano, para acabar en Conquesta una prueba puntual y sin incidentes, siguiendo el rutómetro marcado. Y en un ambiente de amistad y cordialidad, aprovechando para brindar, premio a la prueba superada. La tarde se completaba con una sesión de puertas abiertas a la exposición-museo de la Fundació de Ciclisme Arturo Sintes.

Este domingo por la mañana (8.45h), más kilómetros con la subida a El Toro, de nuevo desde Maó.