La subida a El Toro, plato fuerte de esta etapa | Antxon Castresana

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La XXI Volta Cicloturista Internacional a Menorca ha bajado este domingo el telón con el tradicional reparto de premios y comida de despedida en el Recinto Ferial de Maó. Dos días intensos en el plano deportivo pero especialmente emocional con ganas de compartir vivencias y amistad entre los casi trescientos cicloturistas que no se han querido perder esta nueva edición. Una cita que ha recobrado su vertiente más internacional con la participación de un numeroso público británico (más de 30 participantes) así como también de Italia y Australia cuyo corredor se ha llevado el galardón al inscrito más lejano.

El homenaje al equipo Euskatel que ha sido el motivo de la 21ª edición también ha traído participantes del País Vasco pero también muchos cicloturistas de Cataluña, Madrid, León y sobre todo de Mallorca, que cada edición acuden masivamente en forma de grupos cicloturistas. Había ganas de recorrer la Isla y las dos etapas de sábado y domingo como la prólogo del viernes, han tenido un genuino sabor menorquín. El buen tiempo ha acompañado la jornada de hoy domingo y ha permitido rodar a placer durante los más de 60 kilómetros de recorrido por delante, con la asignatura siempre dura de coronar los 358 metros de escalada a El Toro.

El primero en llegar a la cima ha sido precisamente el exciclista del grupo Euskatel Igor Antón, que lo ha hecho en 9 minutos, 56 segundos mientras que en féminas, la leridana Andrea Pérez Martín se ha llevado el honor con 12 minutos, 29 segundos en una edición donde la presencia femenina ha vuelto a ser muy destacada con 50 féminas, tres más que en la edición anterior, consolidándola como una de las marchas cicloturistas del panorama nacional con mayor participación en este sentido. En la categoría de mejores escaladores por parejas mixtas, Andrea Pérez y Iván Montero han obtenido el mejor crono.

El primer menorquín en llegar a El Toro ha sido Juanjo Cerro. Tras la bajada y el reagrupamiento en Es Mercadal, el pelotón ha transitado con brío por carreteras secundarias y caminos de pared seca típicamente isleños como el Camí d’en Kane o el Camí de Rafal Rubí que han alcanzado tras cruzar el centro urbano de Alaior. La llegada a meta en la Plaza Conquesta ha sido seguida por numeroso público que se ha congregado en el centro de Mahón para poder ver en directo la llegada del pelotón como si de una Vuelta a España se tratara. Y es que la Volta de este año ha generado más expectación a nivel de calle que en otras ediciones porque también Menorca estaba más concurrida de turistas en la carretera que la han visto pasar durante los tres días de recorrido. Desde la organización, Arturo Sintes mostraba su satisfacción por una edición redonda en todos los sentidos, en el que la experiencia vivida ha sido un fiel reflejo de lo que supone vivir por dentro y por fuera una marcha cicloturista.

Pensando en la próxima edición

Tras haber superado la barrera de las dos décadas de Volta Cicloturista, la prueba ya piensa en conseguir llegar al aniversario de plata con la misma energía que ha logrado aunar en las ediciones anteriores. Tal es así el compromiso entre participantes y organización que ya se han fijado fechas para 2023 y muchos de los cicloturistas, han confirmado su asistencia, especialmente el público británico que organiza su viaje con mucha antelación. El Presidente de la Federación Balear de Ciclismo, Fernando Gilet ha felicitado también a la organización por mantener el espíritu de la prueba y hacer que la Volta Cicloturista Internacional a Menorca sea una gran familia donde todo el mundo se siente bien acogido.