Camps. El delantero del Menorca espera volver a encontrarse con el gol tras marcar el 4-2 el domingo - Paco Sturla

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A veces, la ilusión y el corazón llegan donde no lo hace la técnica. En el fútbol y en la vida. A ese clavo se aferrará hoy el CD Menorca en su visita al RCD Espanyol de este mediodía. A partir de las 12 horas los azulgranas intentarán asaltar el fortín blanquiazul, uno de los que atesora más calidad de España -cuenta con varios títulos a nivel nacional-.

El Menorca es noveno con 15 puntos mientras que el Espanyol es quinto con 22 puntos.
El Menorca rompió la semana pasada una dinámica de cuatro derrotas consecutivas con una victoria trabajada y celebrada en el Estadi Maonès ante el San Francisco (4-3). Las sensaciones que envuelven al cuadro que dirige Lluís Vidal son buenas aunque todo el mundo es consciente de que el partido de hoy es para disfrutar aunque sin olvidarse de intentar competir. "En el fútbol a veces las cosas imposibles no lo son tanto", alerta un Vidal que es consciente de que las opciones de sus pupilos son mínimas pero pasan por ser ordenados en defensa.

La principal baja para los mahoneses este fin de semana es la del centrocampista Ali, autor de un gol el pasado domingo, que sufre un golpe en el tobillo y el técnico azulgrana no prefiere forzarle. La lista de los que viajarán a la ciudad deportiva del Espanyol son Enric, Adrián, Biel Villalonga, Manu Farrando, Domi, Sabater, Marc Urbina, Tóful Olives, Lluís Camps, Samu, Izan Canet, Luis Martínez, Rubén Amettler y Xisco Martínez.

Ser competitivos y disfrutar

"Si logramos ser competitivos y que los chicos además disfruten y lo tomen como una lección de la que aprender, habremos cumplido de sobras el objetivo", explica Lluís Vidal, que recalca que "en otro tiempo la diferencia sería más grande pero ahora las cosas son distintas e intentaremos dar la sorpresa".