Seguí, el protagonista del partido, elude la entrada de Jonny | Gemma Andreu

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El Ferreries despejó las dudas que pudieran existir sobre su teórica supremacía en el grupo A después de derrotar al hasta ahora su rival más directo, el Sporting de Mahón, en una cita resuelta en acciones a balón parado –faltas– y en la que emergió de forma sobresaliente la figura de David Seguí, autor de un 'hat trick' que rompió la igualdad de la primera parte.

El conjunto de Pere Vadell golpeó en apenas cuatro minutos y dejó tocada y sin capacidad de reacción a la escuadra de Elías Noval que no esperaba ese doble mazazo después de unos cuarenta y cinco minutos iniciales equilibrados. Con el 1-3, el Sporting buscó un resquicio para obrar el milagro pero la réplica del campeón al momento finiquitó el partido.

El 'once' mahonés salió con la premisa de rasear el cuero, tocar y encontrar las bandas para sorprender al contrario, pero el Ferreries estuvo siempre muy encima y su presión obligó al Sporting a jugar en largo, a la espalda de la defensa sin excesivo éxito. El trabajo colectivo reportó al grupo de Vadell cortes de balón y los espacios para dañar a una segura cobertura local. Con poco fútbol, las ocasiones llegaban a balón parado. En una falta lateral, los azulados la tuvieron en un remate de Biel desde el interior que fue a las manos de Josep. La respuesta del Ferre, en un pase de Rubén para la entrada de Elliot que remató ajustado al palo ante la salida de Cris. Antes de ganar vestuarios, los de Noval tuvieron una rápida contra pero Timu cortó el intento de recorte de Bili para buscar el mano a mano con Josep.


Seguí

El Ferreries salió con mando tras el descanso y Seguí fue el encargado de reventar el choque en las faltas ejecutadas; en la primera Cris pudo hacer algo más, la segunda la hubiera firmado cualquier gran especialista en este arte, espectacular. El Sporting lo acusó pese a los intentos de Noval con cambios tácticos, un robo en zona de creación supuso el 0-3 y pese al buen tanto –de falta– de Camacho, Elliot puso la puntilla tras otro robo. En la recta final, Barber mandó fuera un penalti.