El colegiado, Toni Pons, ordena al capitán local, Gabi Pons, que se retire después de mostrarle una de las diez cartulinas amarillas con las que sancionó a su equipo | Javier Coll

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La Unión Deportiva Mahón siente que los árbitros extreman su celo a la hora de mostrar tarjetas a sus jugadores y técnico, Joan Melià, durante los partidos. Así opina el capitán del equipo, Gabi Pons, quien, sin embargo, niega que exista una persecución contra los integrantes de la plantilla que disputa la Liga Regional. «Yo no creo que haya ninguna persecución, no quiero pensar eso pero sí nos da la sensación de que este año va así con nosotros, que a la mínima vienen a por tí con las tarjetas», explica el jugador alaiorense.

Mucho más contundente en esta apreciación fue el propio entrenador, Joan Melià, hace un año, cuando habló de una clara persecución hacia él. Esta temporada Melià ya cumple otra sanción de cuatro partidos por haber sido expulsado en el choque ante el Ferreries.

A la vista del resumen de las seis jornadas se aprecia que los jugadores unionistas son, junto a los del Migjorn, los más tarjeteados. Los gualdiazules han visto 30 cartulinas amarillas y tres rojas directas, mientras que los de Los Nogales acumulan también 30 amarillas y 2 rojas directas. El equipo menos castigado con las tarjetas es el Sami, que solo ha sido castigado con 17 amarillas y dos rojas directas.

El detonante, quizás, de esta apreciación anidada en el vestuario de la UD Mahón y de otros estamentos del club procede del último encuentro de Liga disputado en San Carlos ante el Sporting de Mahón. El colegiado, Toni Pons, expulsó a dos jugadores unionistas, uno de ellos con roja directa, y en total castigó al equipo con 11 cartulinas, muchas de ellas por protestar. La dureza en la segunda parte se dejó ver, especialmente después que el equipo local encajara el gol de Joan Barber que acabó dando el triunfo a los sportinguistas.

«Fue un partido normal pero en la primera parte ya nos habían enseñado dos o tres tarjetas», relata Gabi. Luego, en la segunda, a raíz del gol, cuántas más tarjetas nos mostraban más nerviosos nos poníamos, es cierto», opina Gabi para quien el el árbitraje «fue malo, con faltas a un lado sí y al otro no, pero cuando se lo decíamos venían más tarjetas», una de ellas para el propio capitán.


«Debían haber sido más»

La versión del colegiado, Toni Pons, difiere de la que da la Unión, cuyo presidente y entrenador, Joan Melià, sancionado en la grada, también se lo hicieron notar al colegiado durante y al final del encuentro. «Ellos endurecieron el juego y posteriormente protestaron constantemente, de ahí las tarjetas que les enseñé aunque debían haber sido más porque las protestas eran continuas».