Elliot, autor del gol del empate, intenta alcanzar el balón conducido por el capitán del Campanet, sin llegar a cortar la acción | Kika Triay

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De penalti y en el último minuto. Así la tuvo el CE Ferreries de Pere Vadell. Dudosa la pena, más que injusta, pero Gost, el meta suplente, se erigió como héroe de su equipo y dio el pase al sorprendente Campanet. Fue un partido extremadamente tenso, casi violento, donde los visitantes tuvieron las ideas más claras, ante un Ferreries que acusó la ausencia de Pasantes y no tuvo la serenidad suficiente para desarrollar su juego.

Salió nervioso el Ferre y lo aprovechó el Campanet para dar un par de avisos en los primeros minutos. Rodríguez de cabeza realizó el primer remate para animar a sus compañeros. Urbina se internó y el balón lo cazó Moixep, que poco después puso la mano para desviar un disparo de Carlos.

El Ferreries se animaba pero no se amilanó el Campanet, que mostró sus intenciones. Internada de Capó que desvió con los pies Josep, en la antesala del gol. Pase al hueco de Capellà –el mejor hombre sobre el campo– y Martorell que no perdonó, sobre la media hora.

El escenario se complicó. El tanto de Elliot a los pocos segundos de la reanudación pareció que daba el golpe de efecto para la remontada. El Ferreries empezó a dominar, fruto de los cambios tácticos de Vadell, con intercambio de posiciones de Timu, Rubén y Helenio. Pero también cayó en la trampa de la provocación de los jugadores mallorquines. A ratos pareció más una batalla que un partido de fútbol. En el 52, Mioxep de nuevo desvió un disparo de Carlos. Hasta los últimos instantes poco más. Dominio del Ferre, el Campanet a la contra sin mucho afán y el reloj que corría en contra de los locales.

La tensión fue en aumento y Elliot en el 86 marró una opción clara. Con el tiempo cumplido, un balón suelto que buscaba Urbina fue la clave. Gost le derribó y el colegiado decretó penalti. Los seguidores del Campanet no se lo creían y aquello empezó a ser una olla a presión. Urbina tomó la responsabilidad pero Gost le adivinó la intención y desvió.

En los minutos restantes no encontró opciones el Ferreries que se quedó a once metros de la siguiente ronda.