El Esporles engulló al Penya en el inicio de la primera parte logrando un 3-0 que impidió que la reacción menorquina en la segunda parte tuviese efectos positivos. En la imagen, Zheng salta a por un balón ante Dani y Pau | Pilar Pellicer

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ESPORLES 3
PENYA CIUTADELLA 2

El Penya Ciutadella sigue sin puntuar a domicilio tras perder en un partido en el que pudo ser goleado, después una mala salida en ambos períodos, pero en el que la fe y la variación táctica de Pere Vadell en los segundos cuarenta y cinco minutos a punto estuvo de reportarle un merecido punto. Como ya sucediera en Inca hace quince días, el grupo salió sin la tensión apropiada y a los 10 minutos ya había concedido dos goles que ponían el encuentro muy cuesta arriba. Trató de reaccionar pero encajó un tercer tanto antes del paso por los vestuarios.

En la reanudación el cuadro local perdonó el cuarto en dos ocasiones y los menorquines, sin nada que perder, se fueron arriba, hasta encontrarse con dos dianas que les metieron de lleno en el partido. Sólo el meta local y el palo evitaron que el Penya culminara la hazaña y sumara por primera vez como visitante tras un derroche físico y un ejemplo de creencia en el empate hasta el pitido final.

El Esporles, que venía de caer ante el Constancia 5-1, salió decidido a lavar esa mala imagen, con un plus de intensidad y dotando al balón de velocidad a la hora de hacerlo circular. El bloque de Vadell, optó por ser expeditivo atrás y buscar el juego directo. Con las cartas de los dos contendientes al descubierto, la balanza se inclinó rápidamente hacia el bando local. Frau con un disparo desde el centro del campo, algo escorado a la derecha, que sorprendió a Pepe y Adri, tras rematar de cabeza a placer en el segundo palo un centro desde la izquierda, castigaron a los menorquines. En el minuto 16 los visitantes reclamaron penalti por manos y en el 30 Aitor probó fortuna a balón parado. El Penya aprovechó la relajación local para estirarse pero un centro chut de Gual, en el que Pepe podría haber hecho algo más, ahondó en la herida. Antes del descanso, Llonga pudo recortar distancias pero su remate acabó en córner.


Reacción

Vadell tiró de repertorio en el descanso y modificó el dibujo, además de introducir un cambio ofensivo. Adelantó la línea defensiva en busca de la reacción aunque en los primeros minutos pudo pagarlo caro. Primero Ferragut mandó el cuero al travesaño y a continuación fue la zaga la que sacó el balón cuando entraba.

Una doble ocasión del Penya (56') marcó el punto de inflexión. Los azulados intensificaron su presencia en posiciones de ataque hasta que Joan, en propia puerta, les dio el espaldarazo anímico que necesitaban para seguir creyendo. Aitor y Eric perdonaron a renglón seguido, algo que no hizo Pau, que ajustaba el resultado con siete minutos más el añadido por delante. A continuación, una jugada embarullada acabó en el palo derecho del Esporles, que volvió a ver peligrar el triunfo en otra ocasión, en las botas de Carlos. Al final, esfuerzo y reacción estériles en un partido donde una mala primera parte de un conjunto nuevamente plagado de juventud e inexperiencia condicionó el resultado final.