El jugador del Mercadal, Javi Lacueva, persigue un balón dividido en un partido de este año en Sant Martí | Javier

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La festividad del 1 de marzo en 'ses illes' será también día de fútbol, en el marco de la vigésimo octava jornada de liga en Tercera División, en la que el Mercadal recibe a un urgido Platges de Calvià y el Penya Ciutadella visita al Collerense. El conjunto de Lluís Vidal, consciente de que la opción de repetir presencia en el play off de ascenso es más que remota, encara el último tramo de curso liberado de presión aritmética y con el deseo de mejorar su ritmo de producción –irregular desde que 2016 estrenó– para aproximar su casillero a los 57 puntos de aquí a que la temporada eche el telón.

En cambio, la coyuntura es más exigente para el grupo de Pere Vadell, ya sea por la envergadura de su adversario –el Collerense, paradigma de efectividad como pocos rivales, es séptimo y acumula cuatro victorias en sus últimas cinco intervenciones– o por sus propias necesidades, en tanto que el cuadro de Son Marçal, pese a que dormita por encima de la franja de descenso, firma seis jornadas sin ganar (y un punto sobre los últimos doce que ha competido). Dicotomía de objetivos por tanto para nuestros de exponentes en el preámbulo de la jornada que abre marzo.

El entrenador del Mercadal, Lluís Vidal, que a pesar de la derrota marchó satisfecho de Santa Eulària por el «espléndido» juego realizado, habla de «ilusión» por ganar a un Platges enfrascado en dificultades clasificatorias (décimo sexto, aunque hilvana cuatro partidos sin caer y de sus tres últimas salidas, ha ganado en dos y empatado en otra), y al que intuye «un rival complicado, de hecho viene de empatar ante el Formentera».
«Nuestra idea es ganar, es lo único que nos queda de aquí a que termine la temporada, sobre todo en casa; queremos llegar hasta los 55-57 puntos», expone Vidal, que asegura no se ha visto, una vez el equipo se ha descolgado de la pugna por el cuarto lugar, precisado de desarrollar una labor mental extra para revitalizar el vestuario.

«No ha sido necesario por que la situación ha venido poco a poco y nos dimos cuenta de que sería así; han influido varios factores, además de la mala suerte, pero queremos rehacernos, disfrutar los partidos que quedan sin presión», reflexiona el experimentado entrenador mahonés que, al margen, cuestionado por su futuro, dice «no saber que ocurrirá; de momento, nadie ha hablado conmigo, ni del Mercadal ni de ningún otro club», sentencia.

Penya
El rocoso Collerense, «un rival organizado y que estará con confianza por el año que está haciendo», resume Pere Vadell, técnico del Penya, es la reválida del equipo de Ciutadella. «Necesitamos ganar, por la racha que llevamos, por que nos faltan tres victorias para asegurar la permanencia y nunca sabes donde la vas a lograr, espero que sea en este partido», sigue Vadell, que «prácticamente» descarta al central José Enrich –estuvo en observación en una clínica tras el duro golpe que sufrió en la cabeza el pasado sábado en el duelo ante el Esporles.
Vadell dice estar «con ganas» de medirse a un rival «intenso como nosotros», al que no considera le «afecten» los problemas en que orbita a nivel económico. «No creo que nadie del Collerense juegue por dinero; son deportistas, tienen la opción de hacer un gran año y saldrán a ganar como nosotros», revisa Vadell, disgustado aún por el desarrollo de la jornada previa.

«Ante el Esporles, no fue cuestión de actitud ni de colocación, sino de mala suerte, en fútbol también influye», anota el preparador del Penya, crítico también con la incertidumbre que gobernó el previo a ese partido. «A las doce estábamos vestidos, después que si no jugamos, que el barco se va... fue surrealista, no parece que estemos hablando de una Tercera División», concluye Vadell.