Un error defensivo lo aprovechó Blai para abrir el marcador y poco después, Iyayi, en jugada de Lass por la banda, firmó el segundo tanto | Gemma Andreu

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El Penya sigue con su peligrosa mala dinámica que le puede llevar a sufrir más de los previsto para alcanzar la meta de la salvación. El colchón de puntos adquirido en la primera vuelta, empieza a acortarse y en caso de que finalmente el Llosetense descendiera de categoría, podría poner en un compromiso a los hombres que dirige Pere Vadell.

Los locales este sábado no estuvieron a la altura ante el . Los hombres que prepara Paco Esteban supieron aprovechar los desajustes de la zaga azulona para llevarse los tres puntos en juego. El cuadro ciutadellenc apenas tuvo opciones de inquietar la portería rival. Las dos más claras a cargo de su goleador Zurbano, y Pau, ya en el último tramo del segundo periodo. Poco bagaje para poder revertir el 0-2 cosechado por el Montuïri en la primera parte. Para colmo, el planteamiento del técnico local a la media hora de juego se fue al traste. La lesión de Llopis, obligó a Pere Vadell a colocar a José Enrich en la posición de central (empezó de pivote defensivo debido a las ausencias). En el lugar de Llopis entró Miquel, que apenas duró cinco minutos en el rectángulo de juego, para ser sustituido antes del descanso por Eric. Se notó mucho también la baja por lesión de Carlos. Desde el inicio no se veía al Penya cómodo en su fortín. Los locales no hallaban la fórmula para poder acercarse a la portería defendida por Kike. En la primera llegada los visitantes no perdonaron. Un saque de esquina mal defendido por los locales, habilitó a Blai, que sólo en el corazón del área superó a David estableciendo el 0-1. Quedaron tocados los locales, la precipitación y el nerviosismo se apoderó de la escuadra azulona. A la media hora de juego, se anuló un gol por fuera de juego a Lass. El Penya era incapaz de crear peligro y los mallorquines lo aprovecharon para sentenciar el choque. Iyayi consiguió el 0-2 antes del descanso. En la segunda parte el Penya en ningún momento dio señales de poder levantar el marcador adverso. Los hombres de Pere Vadell anduvieron sin ideas en las labores de creación. Sólo en el tramo final de encuentro Zurbano tuvo dos ocasiones que el punta navarro erró. En el último suspiro Pau tuvo el 1-2, pero falló ante Kike. En la próxima jornada el Penya se desplazará al feudo del Platges de Calvià, rival directo en la lucha por la salvación. Encuentro que puede ser decisivo para el futuro del cuadro ciutadellenc.
Montuïri
Nada cómodos