El unionista Luisito Martínez trata de burlar la presión del menorquinista Víctor Finestres durante el último Ciutat de Maó. | Gemma Andreu

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El escenario local de categoría Regional estrena hoy una nueva entrega de la Copa de Menorca. Celebrada la Supercopa una semana atrás a modo de preámbulo, y que valió al Alaior para prolongar la hegemonía exhibida en el curso anterior, en el que celebró el 'doblete' y rozó el ascenso a Tercera, la temporada oficial arranca con la puesta en escena de un torneo que hace ya tiempo dejó de ser calibrado como una extensión de la pretemporada para mutar a preciado galardón. Asimismo, un torneo indicativo respecto al posterior desarrollo del curso: el campeón acostumbra a ser claro opositor a la liga –cuando no ganador, y ahí luce el reciente paradigma albinegro.

Si bien la restructuración promovida hace un año en el formato competitivo, pasando de una fase regular que concentra a todos los equipos en lugar de dispersarlos en dos grupos para definir semifinalistas ha abortado la tradicional condición de torneo pródigo a las sorpresas con que se conoció por un tiempo a la Copa, el hecho de que ésta se dispute a vuelta única hace que conserve algo de esa esencia sorpresiva.

Una coyuntura que sin embargo no debe desestimar el poderío que han logrado reunir en sus plantillas Unión, Ferreries y Sant Lluís, a priori candidatos a desbancar a un Alaior cuya pérdida de pólvora en su zona ofensiva respecto al grupo que gobernó el circuito local en 2016 (Gerard y Alex han marchado rumbo a Mercadal), le recorta 'chance' en la parrilla de favoritos. Igualmente, el 0-7 sufrido en duelo amistoso ante un Menorca al que habrá que tener en consideración.

La incorporación de Javi Lacueva a una plantilla en la que figuran los hermanos Clavijo, Migue, Camacho o Luisito Martínez, entre otros, garantiza un armazón colosal, además de proyectar a la Unión de Juan Romero como uno de los grandes aspirantes al éxito. Combina con eso el equipo de San Carlos el deseo, a nivel institucional, de al fin firmar un año a la altura (o cerca) de sus tiempos mejores.

El experimentado excentral del Penya José Enrich, un perfil que en Regional se adivina diferencial, y el versátil mediocampista Toni Fedelich, que ha dado por zanjado su ciclo en el Mercadal, además de dos fichajes de primer orden, no son sino una clara exposición de las intenciones del CE Ferreries, dispuesto, bajo la dirección de Pere Genestar (que luego de salvar el proyecto juvenil en Liga Nacional toma el mando de los 'mayores') a liderar, tras un año anterior extraño e irregular, el contexto insular.

Sus recursos le auguran un sitio entre los mejores, donde también se espera al Sant Lluís. La sola presencia del navarro Javi Zurbano en la delantera de Ses Canaletes así lo sugiere. Migue Coll, Ricky o Joan Barber son otros resortes de calidad de un proyecto que además ha recuperado para el césped a José Ángel Moyano. El mediocampista gasteiztarra, que pese a su regreso sigue como máximo responsable de la sección de fútbol en Ses Canaletes, aportará equilibrio, sentido y experiencia a un equipo al que se espera en semifinales.

El Menorca, sin estridencias pero con laboriosidad (Tolo Rosselló se mantiene el frente del proyecto), ha armado un equipo sólido, al que el talento en punta del joven Ramón Huescar le otorga una ingente punta de peligrosidad, y que gustaría de reiterar en el alirón que saboreó en 2013, aunque con un equipo muy modificado.

El Sporting de Mahón, finalista en las últimas dos temporadas (campeón en 2014/15), aunque con un bloque totalmente distinto al que le granjeó tales éxitos, resulta una auténtica incógnita. El central-entrenador Miquel Capó (estrena esa condición este año) es de los pocos baluartes que preserva en relación a la pasada campaña. Atlètic, Sami y Migjorn, por contra, inician la Copa sin más presión ni exigencia que firmar un buen papel, lo cual incluso no deja de ser punto de ventaja. Se les espera, en principio, más como jueces que como parte, pero será la evolución del torneo lo que incremente o mitigue ese supuesto. Una Copa abierta echa a rodar.

Derbi en San Carlos para empezar

El derbi entre Unión y Sporting de Mahón supone el arranque de la Copa. El cuadro de Juan Romero, en el que no se espera que debute Lacueva, parte como favorito. También hoy entra en escena el actual campeón, el Alaior, que visita a un Sant Lluís que no será sino una clara prueba para comprobar el nivel de unos y otros. El Ferre entra en liza mañana, en campo del Atlètic, y el duelo entre Migjorn y Menorca, también mañana, completa la primera jornada, en la que corresponde descanso al Sami.