Juli, con la elástica del Collerense, conduce el balón durante un partido | J.M.

TW
0

El centrocampista menorquín del Collerense, Francisco Julián Gutiérrez Llopis Juli, se ha erigido, por derecho propio, en uno de los rostros que más brillo ha irradiado en la jornada del pasado fin de semana, vigésimo cuarta en Tercera División. El hat trick que materializó en la providencial goleada que su equipo infligió al Rotlet-Molinar en el derbi palmesano que enfrentó a ambos conjuntos el pasado sábado en Coll den Rabassa (5-0), así lo sugiere. «Lo cierto es que estoy muy contento», admite el artillero afincado en la vecina Mallorca, luego de conseguir el segundo triplete de su trayecto futbolístico ?el anterior se remonta «a muchos años atrás», cuando aún blandía su fútbol en los campos locales.

Más allá de la exuberante eficacia exhibida, Juli, «muy a gusto» en Palma, donde reside por motivos laborales y consume su segunda temporada consecutiva en las filas del Collerense, pone en gran valor la suma «de los tres puntos logrados ante un rival directo». No en vano, el equipo de la barriada palmesana alcanzó la cita inmerso en descenso, con una racha de seis derrotas seguidas y de ocho semanas sin vencer (hasta el roto al Molinar, un punto sobre 24). Tras la misma y el 5-0, sobrevive en el alambre de la permanencia, ocupando la décimo séptima posición, última que evita la pérdida de la categoría ?siempre que no ocurran en junio descensos baleares en Segunda B.

Lea la noticia completa en la edición impresa del 31 de enero en Kiosko y Más