menorca ciutadella campo de son marsal penya ciutadella-alcudia | Laura Amores

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Tras los resultados del día anterior y lo delicado ya de por sí de su situación, se hacía sumamente obligado el triunfo ayer en Son Marçal para el Penya Ciutadella, pese a la entidad del rival, un Alcúdia con 51 puntos. Pero el fútbol ayer volvió a golpear injustamente al cuadro de Pere Vadell, que lo puso todo para ganar o al menos puntuar y tan solo le faltó acierto en los metros finales. Y algo de suerte o de justicia porque los dos tantos visitantes llegaron ya en el descuento, en pies de Rosselló– precedido por una falta discutida– y Amoho.

Fue demasiado castigo para un Penya que una semana más tuteó a un grande y que tuvo un par de ocasiones para superar al portero visitante Colom. Pero no fue así. Y cuando el 0-0 parecía ya inevitable, y con la zaga local muy retocada por las marchas de Medina y Llopis, caían las dos dianas de un Alcúdia que no mereció tanto botín en Ciutadella y que no demostró ser un equipo de Playoff.

Un encuentro que de entrada vivió una primera parte muy aburrida y de poco fútbol, contagiándose el uno del otro. No sería hasta el minuto 11 cuando el visitante Marc daba el primer aviso de falta directa;y luego Alex, de lanzamiento cruzado. Pero el Penya quería ganar y con Édgar y Fabri de estiletes iba acercándose al marco de los de Barceló. Así, en el 22', Xavi Marquès obligaba a Colom a lucirse, primero de chut y en el rechace– a pase de Fabri– de cabeza. Faltaba mayor precisión en los metros finales.

Fue un espejismo porque el partido decayó en Son Marçal, con el viento incordiando y el juego en tierra de nadie. Tan solo mucho desgaste físico, hasta que en el 45', Mairata lanzaba un misil que repelía el cuerpo de Raül.

Tras unos primeros 45 minutos espesos para ambos, y conscientes de lo que se jugaban el Penya por abajo y el Alcúdia en la zona noble, la reanudación varió, aunque no en exceso. De hecho, los primeros compases de esta segunda parte fueron más de lo mismo. El Penya ponía una voluntad enorme y Carlos era la principal amenaza. Aunque la contienda tenía toda la pinta de finalizar 0-0. No sería hasta el minuto 65 que llegaría el primer aviso visitante, de Marc, de falta directa.

Acto seguido empezaban los problemas para Vadell ya que sentaba a Medina– que se lastimó en Binissalem– y su sustituto, Llopis, caía lesionado minutos después. El técnico recomponía arriba, intercambiando a Édgar, Carlos y Quel; y luego daba entrada a Barber, atrasando al central a Dani.

En el minuto 75, una gran jugada individual de Édgar no encontraba rematador en el pase de la muerte y acto seguido Jandro se lucía ante Alex. Eran los minutos más movidos del partido, en un pañuelo. Ya a diez para el final, Quel centraba otro balón al que no llegaba Édgar en boca de gol. Y cuando se cumplía ya el tiempo caía el inesperado 0-1 de Rosselló, un minuto después que Sergio enviase el balón al palo derecho. Con los locales cabizbajos, Amoho se aprovechaba con el 0-2. Mazazo injusto para un Penya que se complica el futuro.