El cancerbero ciutadellenc del Mercadal tiene claro el camino a seguir

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Sant Martí, sábado, 16.30. Emplazamiento, día y hora fijados para un Mercadal-Penya Ciutadella, partido de máxima rivalidad insular, de una trascendencia mayúscula inmersos en el último tercio del calendario y caminando ambos contricantes sobre al alambre de la permanencia.

En el vestuario que actuará como local han asumido en las últimas semanas que su futuro pasa por remar a contracorriente, alejados de las excelsas experiencias de los tres cursos anteriores. «Hay presión, por supuesto, no nos vamos a engañar. Somos realistas, pero lo asumimos con la ilusión y la tranquilidad necesarias para salir adelante porque dependemos de nosotros», reflexiona el portero Jesús Sastre.

El azulado Llonga sabe y con creces lo que es vivir un derbi CE Mercadal-Penya Ciutadella en el Municipal de Sant Martí, siempre especial. Aunque el ciutadellenc tiene muy claro que el encuentro de rivalidad insular de pasado mañana? por la delicada situación de ambos en la clasificación? todavía coge tintes más dramáticos de cara a los intereses de ambos.

El derbi del drama, como ya titulamos estos pasados días en este diario, llega no obstante en un momento especialmente dulce para el Penya. Así lo confirma el capitán peñista. «El equipo está súper motivado, con muchas ganas y sobre todo convencidos de que podemos ganar. Llevamos una buena racha», exclamaba ayer el azulado. Eso sí, sin dar mucha importancia a las dinámicas opuestas de ambos equipos. «Sí, llevamos rachas distintas pero cada partido es diferente y en un derbi, más que nunca, puede pasar cualquier cosa».

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