Los jugadores del Barcelona, uno de ellos muy fan de Cheryshev, celebran la consecución del campeonato después de batir al Manchester City en la final | Javier Coll

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El talento, la ilusión, el esfuerzo, la alegría desbordante de los ganadores, los rostros compungidos de los no vencedores, fue la estampa que ofreció ayer la jornada de clausura de la Mecup 2017 que encumbró a clubes españoles frente a sus oponentes ingleses. Barcelona, Alboraya y Espanyol, se impusieron en sus respectivas categorías para pasar a engrosar el palmarés de otra exitosa –más de cuatro mil personas en Bintaufa– edición de la fiesta del fútbol en la Isla por Semana Santa que concluyó con la entrega de trofeos y medallas conmemorativas y la espectacular 'Samba' de la Banda de Es Migjorn Gran que puso el tono festivo.

Cadete

En su tercera presencia en la final, el Barcelona derrotó al Manchester City por 1-0 en un partido de color azulgrana que se animó una vez logrado el gol a la salida de un saque de esquina en el inicio de la segunda parte. Hasta entonces, el once barcelonista había sido superior, monopolizando el control del balón ante la escuadra británica a la que no tembló el pulso para salir jugando desde su área pese a la presión rival. El Barça tuvo momentos de brillantez y acumuló llegadas, lo intentó en disparos desde lejos y con su fútbol coral buscando el hueco en la zaga pero sin acierto en el pase final o a la hora del remate. Con el gol, la final adquirió otra dimensión, el City, inexistente en ataque en el primer tiempo, tuvo que dar el lógico paso al frente en busca del gol y equilibró el partido. Gozó de un par de ocasiones claras mientras el Barça, con más espacios, rondó el segundo. Al final, justa victoria del colectivo culé que repite el título conquistado en la edición de 2015.

Infantil

La final entre la Alboraya y el Arsenal fue el partido más equilibrado de los disputados en la matinal aunque dejó la nota negativa del torneo con el comportamiento antideportivo del meta del equipo valenciano que a la postre dio el título de campeón a su equipo en la tanda de penaltis tras el empate a un gol con el que concluyó el choque. En el arranque de la primera parte, el cuadro levantino marcó su gol aprovechando una indecisión de un zaguero con su meta. Tras el paso por vestuarios, el Arsenal fue mejor, abrió las bandas en busca del gol que le metiera en el partido. El Alboraya, sobrio atrás, apareció poco en ataque pero tuvo el 2-0 en un remate salvado por una felina intervención del meta de la escuadra londinense. Una acción por banda derecha de los gunners la finalizó su delantero con un remate espectacular para llevar la final a la ruleta de los penaltis. Aquí la figura del meta del Alboraya surgió para bien –detuvo tres lanzamientos– y para mal, con sus feas provocaciones intentando desestabilizar a los rivales que le valieron para ser amonestado y recibir la reprimenda de los aficionados. La jugada le salió bien al deportista (?) y el Alboraya venció por 4-3 desde los once metros aunque el Arsenal fue el ganador moral como lo reconoció Bintaufa.

Alevín

En la primera final hubo historia hasta que el Espanyol impuso su juego. Los 'pericos' golearon al Arsenal por 0-6 en una exhibición de fútbol y acierto gestada en apenas siete minutos. En el primer tiempo y con el viento en contra, el Espanyol ya fue mejor que su rival que tuvo sus minutos de peligro. Tras el descanso, la avalancha blanquiazul desarboló al Arsenal para sumar su segundo título en tres finales. La cara amable fueron los gestos de los campeones consolando a algunos jugadores ingleses a la conclusión del partido.