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La UD Mahón podría advertir, en la situación límite que sufre el Llosetense, otro resquicio para tratar de conseguir un hueco la próxima temporada en Tercera División. El club mallorquín, que militó en Segunda División B hace dos temporadas, atraviesa por una coyuntura financiera muy delicada, acumulando muchos atrasos en los pagos a los jugadores de la plantilla (medios mallorquines hablan de cinco meses sin cobrar), lo que ha provocado que varios de sus miembros (alrededor de una decena) hayan denunciado el caso ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

Si el club de Lloseta se viera en la obligación de renunciar a la Tercera División balear por ese extremo, quedaría otra vacante en la competición, al margen de lo que ocurra con la plaza del Mallorca B en Segunda División B.