Laboratorio. La Liga Nacional Juvenil es el banco de pruebas de las principales canteras de Balears y una competición que destila calidad y emoción | Gemma Andreu

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La Liga Nacional Juvenil alumbra este fin de semana una nueva temporada, la duodécima en la historia, y primera en la que el fútbol menorquín elevará a cinco su cuota de representantes. Así lo ha deparado la solvencia acreditada por Menorca, Penya (dos clásicos en este escenario), Villacarlos y Ferreries durante la campaña anterior, en que los cuatro obraron la permanencia, unido al éxito de la UD Mahón, que tras demarrar en numerosas oportunidades consiguió al fin materializar su ingreso en el circuito balear.

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