Imagen del presidente de la Federación Española, Luis Rubiales

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La confrontación interminable en la que viven la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y LaLiga ha completado otra semana de acusaciones con la irrupción en el conflicto de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Las grabaciones difundidas por algunos medios de la reunión mantenida para tratar los efectos de la crisis motivada por la pandemia del coronavirus se ha convertido en el último foco de enfrentamiento tras las desaveniencias surgidas por los plazos para reprogramar partidos.

La RFEF respondió por carta a las explicaciones que solicitaba la AFE sobre los audios emitidos por la SER de las reuniones defendiendo que todos los presentes conocían desde la primera reunión del 12 de marzo que se grabarían las conversaciones «para que quedara constancia» y que se acordó sin «oposición de ninguno de los intervinientes». La Federación entiende que no se vulnera el derecho a la intimidad al celebrarse la reunión «en presencia de más de 20 personas» y no ser secreta.

En la misma comunicación firmada por su director de departamento, Pedro González, acusa a la AFE de difundir una nota de prensa de la reunión celebrada el 7 de abril «en la que se contenía una versión de lo acaecido contraria a lo que realmente había ocurrido». Por ello, «con la finalidad de preservar el derecho a recibir una información veraz» remitió una nota «corrigiendo las inexactitudes con la realidad» y «acompañando, al primer medio que lo pidió, las grabaciones que así lo acreditaban».
Desencuentro
La AFE aseguró que defendía jugar cada 72 horas, pero en el audio se ponen de relieve diferentes posturas. En la RFEF apuestan por jugar partidos cada 72 horas, mientras que en LaLiga son partidarios de ahcerlo cada 48 horas. Aganzo defendió que en su sindicato «pueden ser flexibles» dependiendo de los horarios del futuro calendario, pero Rubiales consideró que «para garantizar la salud tiene que haber un mínimo de horas de descanso, sin flexibilidad».

De ahí que la Federación incluyera en su carta «la sospecha de que AFE tiene una agenda oculta», con la que «pretende esconder tanto a sus afiliados como a la opinión pública sus propias manifestaciones» e incluso que la postura que defiende la asociación es «claramente contraria a los intereses sindicales de los futbolistas españoles».

Divergencia

Otro punto polémico de la reunión entre las diferentes partes fue el horario de los partidos debido a las altas temperaturas. «¿Vamos a permitir que se televise a las 18.00 horas, a las 19.00 horas, a las 20.00 a treinta y tantos grados?», planteó el presidente de la Federación, Luis Rubiales. «A lo mejor LaLiga tiene que entender que para que esto salga solo se puede jugar domingos y jueves. O sábados y miércoles», añadió.

A pesar de que su presidente Javier Tebas aseguró que se planteaban el 29 de mayo o el 6 de junio para el regreso, LaLiga aclaró que no se ha aprobado ninguna medida sobre la reanudación y recordó su competencia sobre la fijación de horarios «siempre atendiendo a la protección de la salud de los deportistas».

Entre los comunicados cruzados, tampoco se ha producido el acuerdo entre la AFE y LaLiga para que los jugadores asuman parte de las pérdidas económicas y dieron por cerrado este asunto. El propio Tebas defendió que «un ERTE es el instrumento legal previsto si tu actividad se reduce por fuerza mayor».