Melià. Su figura fue clásica en los terrenos, en su etapa de jugador. En la foto, este mismo viernes | Josep Bagur Gomila

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«Es la máxima categoría juvenil de España, me gusta el fútbol y poder tener esta experiencia y aprender». Estos son los motivos por los que el técnico de Ferreries, Joan Melià, ha aceptado el reto de su vida como entrenador; dirigir al Atlètic Villacarlos de la División de Honor el curso 2020-21. «Uno siempre intenta llegar a lo más alto y quizás no pensaba en esta oportunidad pero uno tiene ilusiones siempre, por ejemplo, de pasar del fútbol por ‘hobby’ al semi profesional, con más dedicación», reconoce a «Es Diari».

Melià, con todas las titulaciones del fútbol en su poder, asegura verse preparado para suceder a Lluís Vidal en Es Castell. «Por mi experiencia como jugador y ahora de entrenador», señala el ex Sporting de Mahón femenino. ¿Objetivos? «Muy claro, salvar la categoría. Ya es un éxito estar a este nivel un equipo de Menorca, donde carecemos de muchos recursos y no podemos tener otro reto, para después disfrutar un año más de la categoría, del nivel y de ver fútbol de calidad».

Metamorfosis absoluta

El primer frente abierto de Melià y compañía será formar una plantilla nueva, ya que solo quedan 4/5 jugadores del pasado curso porque el grueso era de tercer año. Además, de los foráneos acaban todos también y alguno de Menorca también acaba, por estudios fuera de la Isla. «Varios que tendrían que cumplir el tercer año y que son los de experiencia y que dan la fortaleza, no podremos disponer de ellos». En este sentido, desde esta semana en el Villacarlos ya trabajan en la confección del nuevo equipo, plantilla que será más menorquina que nunca por el reajuste en el presupuesto por la crisis de la covid-19. «Contactamos con jugadores de interés de la Isla, con la idea de intentar montar una selección de Menorca, con los mejores de juvenil. Y recuperar alguno de Es Castell para poder tener una identificación con el pueblo», avanza el ‘míster’, que asume que también deberán fichar fuera de Menorca. «Miramos informes y vídeos para poder fichar y tener una columna y una estructura sólida de jugadores experimentados», manifiesta Melià, que sabe que podrá contar con menos jugadores de fuera este año «y deberemos acertar más. En D.H. necesitas jugadores experimentados, de tercer año, porque el nivel lo requiere».

En Es Castell intentarán lograr un ‘mix’ entre lo mejor de la Isla, recuperando el jugador local del pueblo «e incorporaciones de fuera de la Isla que serán menos que el año pasado», asegura, aceptando y asumiendo los recortes impuestos por Joan Quevedo y su junta. «Depende un poco de lo que podamos encontrar en Menorca», insiste el preparador y experimentado exjugador. «Los de Es Castell que no estuvieron y pueden tener cabida se hace difícil poder convencerlos de que es otro proyecto». Del equipo B habrá jugadores que harán la pretemporada «y tendrán su oportunidad de demostrar y de aportar sus conocimientos», dice, consciente que este año será otro presupuesto, «por lo que no podemos llegar a lo que había el año pasado. Por mi parte no hay ningún problema; se trata es acertar muy bien con los 6-8 fichajes de fuera de Menorca». Para montar el 80 por ciento de la plantilla nuevo, avanza Melià, «se harán pruebas ‘in situ’ antes de contratar a nadie, de aquí o de fuera. Harán 3-4 semanas y los que nos convenzan se quedarán».

A nivel local, igual, dando la oportunidad «a muchos de demostrar su valía para este nivel y potenciar la cantera de Menorca», dice Melià, con varios insulares confirmados que estarán a prueba. «De fuera tenemos muchas ofertas de representantes y contactos que tenemos. Ahora es trabajo de muchas horas para poder elegir bien», para un equipo nuevo por completo. «Tiene ventajas e inconvenientes; puedes preparar el equipo y jugadores a tu gusto y trabajar desde el primer día con tus ideas. Y los inconvenientes es que no tener jugadores que por lo menos hayan jugado un año, no acumula experiencia», analiza. «Con el número de jugadores que nos quedan de la temporada anterior es como empezar de cero. Hay que hacer un trabajo muy completo y eficiente para salvar el equipo en División de Honor pero con dedicación y ganas de trabajar creo que se puede salvar el Villacarlos», admite el nuevo inquilino de Es Castell.