Al fin la familia al completo ha podido gozar de las merecidas vacaciones en Ciutadella. Sergi y Clara, junto a su nueva hija Lara, disfrutan estas semanas de su tiempo libre en Menorca | S.E.A.

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No son unas vacaciones cualquiera para el delantero Sergi Enrich. Tras perder la categoría con el Eibar y acogerse a la cláusula para desvincularse de la entidad vasca, el menorquín, desde Ciutadella y junto a su familia, se recupera de un año difícil en lo personal y colectivo. Feliz por tener a su hija Lara en la Isla por vez primera, Enrich medita su futuro con pausa, con propuestas sobre la mesa y, sobre todo, con el convencimiento de poder otorgar aún muchas tardes de gloria. Como nos desvela en «Es Diari», quiere hacerlo en la máxima categoría, después de un año de menos protagonismo, hecho que no ha acabado de entender.

Vacaciones en casa, después de un curso complicado personal y colectivamente. Y las primeras como papá...

—Tenía muchas ganas de vacaciones, que nuestra hija Lara conociera Menorca y desconectar con mi familia y mis amigos. Con estos dos años tan peculiares que hemos vivido ha sido lo que más hemos echado de menos. Ver a los nuestros.

Directos al grano, la pregunta que nos hacemos todos. ¿Dónde jugará el año que viene Sergi Enrich?

—Todavía no sé donde jugaré, pero lo único que sé es que estoy con todas mis mejores energías, ilusionado y focalizado con un nuevo proyecto; con muchas ganas de explotar lo mejor de mí y poder disfrutar de lo que más me gusta.

Rumores sobre posibles propuestas sobre su mesa están en el mercado...

—Efectivamente, están saliendo cosas pero no nos queremos precipitar. Eduardo, mi representante, está haciendo su trabajo, igual, que yo aquí desde Menorca, poniéndome a punto para empezar la temporada.

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