Imágenes inusuales e inéditas en estas fechas, en consonancia con el frío que hizo este sábado en la Isla, en los campos de fútbol de Menorca. Instalaciones desiertas e incluso cerradas a cal y canto, a raíz del histórico parón competitivo decretado anteayer por la Federació de Futbol de les Illes Balears durante todo este fin de semana, después que el colectivo arbitral balear– los de Tercera División y Regional Preferente– decidiera el pasado jueves convocar una huelga arbitral por los últimos actos violentos acaecidos en Mallorca. Situaciones lamentables que, por suerte, en Menorca no se producen, como dijo este sábado el presidente arbitral insular, Pau Carbonell y corroboraban a «Es Diari» los clubes.
Si bien este parón total del mundo del fútbol en Menorca y en todas las Illes Balears causó cierta sorpresa en la Isla– de hecho, los colegiados insulares, en su mayoría, estaban dispuestos a arbitrar en sus encuentros designados– desde los clubes menorquines el apoyo y solidaridad con el colectivo arbitral es total. Los presidentes de Dosa CF, CF Ferreries y CCE Sant Lluís, Marga Moll, Damià Marquès y Cati Fanals, junto al director deportivo del Sporting de Mahón, Joan Villalonga, entonaron al unísono y a través de este diario su solidaridad con los trencillas afectados y el comité en general, además de condenar enérgicamente cualquier tipo de violencia, física o verbal, en terreno de juego alguno.
Parón no del todo entendido
Sí causó cierta sorpresa en la Isla al anuncio del paro absoluto del fútbol, el viernes, quizás por precipitado y porque en Menorca la situación no es ni mucho menos tan grave, a pesar de que todos apoyan a los colegiados. Moll y Fanals reconocían su «sorpresa» por esta parada futbolística, sin creer desde Ses Canaletes que pueda «solucionar» nada o viendo como de nuevo los perjudicados son «los más pequeños», creen en el Dosa. Villalonga, en cambio, ve «acertada» la huelga y Marquès no cree «que arregle nada». Desde levante abundaron en Sant Lluís y Sporting que estos casos tan graves «no se dan aquí, nada que ver con Mallorca»; sin embargo, los cuatro dirigentes sí tienen claro que se debe seguir trabajando para erradicar estos actos, controlando a los ‘clásicos’. Y lo dice Marquès, «sin árbitros no hay fútbol».
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La mayoría de estos problemas se solucionarán cuando deje de venderse alcohol en los campos. Esta en su mano. Y en la de los políticos que permiten a sabiendas estos consumos en estadios municipales. A ver cuando cae la primera denuncia y todo seran carreras.