Maxim Sintes, de negro, en un partido de este año | M.V.

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El fútbol menorquín de formación presume en los primeros compases de esta temporada 2022-23 de un nuevo elemento con proyección exterior; se trata del poderoso delantero, aún en ciclo juvenil, Maxim Sintes Goussev (2005), que en julio emprendió rumbo al CD Constància mallorquín.

Formado y forjado en la cantera del CD Menorca, Maxim disfruta desde verano de su primera experiencia futbolística fuera de la Isla, en virtud de su incorporación al club ‘inquer’, con cuyo primer equipo juvenil se ha estrenado y compite esta temporada en División de Honor Juvenil (en una campaña además de lo más especial y significativa, puesto que el Constància, un clásico del fútbol del Archipiélago y uno de los únicos cinco equipos de Balears, junto con Mallorca, Mallorca B, Ibiza y Baleares que ha jugado en Segunda División, ha cumplido cien años en 2022).

Recorrido

Maxim Sintes se inició como jugador a los cinco años, hace doce por tanto, en la factoría menorquinista, y su primer contacto con la entidad de Inca se remonta al pasado mes de mayo.

El Constància trasladó entonces su interés y deslizó una oferta al jugador (y a su familia, lógicamente, al tratarse de un menor de edad) y aunque posteriormente surgió la posibilidad de ir a otro club, también de Mallorca, Maxim Sintes respetó su compromiso previo con la entidad de Es Raiguer y allí ha recalado.

El joven futbolista menorquín, un asiduo en las convocatorias de la selección menorquina desde hace años, responde en el campo como un perfil de jugador similar, salvando evidentemente las distancias, al noruego Erling Haaland, el delantero de moda actualmente en el fútbol mundial.

El atacante mahonés alza 1.90 de estatura, fuerte y potente fisicamente, tiene capacidad para regatear, domina el juego aéreo, sabe jugar de espaldas, es resolutivo en el área, sabe ir al choque y tiene recursos para el gol, según destacan de él desde el club azulgrana, donde ponen también de relieve que su «compromiso» con el equipo es insobornable, además de su valía como persona, «es un muy buen chico», asegura uno de los técnicos del CD Menorca que conoce a Maxim desde que tenía cinco años de edad.

Maxim, que además de jugar al fútbol cursa en Inca segundo de Bachillerato, comparte vivienda mallorquina con un futbolista ibicenco, también integrado en la cantera del Constància.

«Se trata de toda una experiencia para él», indican desde la familia del jugador. El delantero de Maó, nada más aterrizar en el Constància, contribuyó a que su equipo venciera el Torneig de Sa Llum, en agosto en Montuïri, a lo que continuó su debut en la máxima categoría sub 19 del país (durante la pasada temporada jugó en el grupo balear de Liga Nacional Juvenil con el Menorca). En División de Honor, donde Maxim participa con minutos de calidad, el Constància es por el momento undécimo clasificado, fuera de la zona de descenso por tanto (aunque en la última jornada que ha disputado cedió contra el Sabadell en Inca, 0-2, sin el concurso del menorquín) y con fundadas expectativas de poder conservar la categoría, todo ello con Maxim Sintes Goussev en sus filas, un talento mahonés de exportación que se labra un futuro en Inca.