Imagen de archivo del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales. | ARCHIVO

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Un terremoto sacude a la Primera Federación, que se encamina hacia su desaparición después de apenas dos años de vida. Días después de que los clubes no votaran el sistema de competición y tras los múltiples desacuerdos vividos prácticamente desde el nacimiento de la nueva liga en la que milita el Atlético Baleares, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) estaría trazando un nuevo plan para regresar al antiguo escenario del tercer escalón del deporte rey a nivel nacional.

La Primera Federación, que surgió tras el COVID para regularizar las ligas después de que no hubiera descensos y con el objetivo de profesionalizar la tercera categoría del fútbol español, está en el alambre. Según el diario AS, la falta de acuerdo entre los clubes respecto al modelo de control económico puede precipitar el adiós del formato actual, mientras que Marca señala como claves en el declive de la liga las numerosas quejas de los clubes y la inestabilidad.

Poco o nada tiene que ver la Primera Federación con las expectativas que había generado. Mientras los clubes, entre los que figuran varios históricos del fútbol español como el Deportivo de la Coruña, el Castellón o el Real Murcia, han disparado el nivel en el terreno de juego, la gestión de los organizadores dista de los planes iniciales que se habían establecido para dotar a la antigua Segunda B de una estructura y unas condiciones tanto de competición como económicas más cercanas a la Liga Smartbank que al fútbol amateur.

Los diferentes puntos de conflicto entre los clubes y la RFEF han propiciado que el organismo que preside Luis Rubiales comience a asumir el fracaso de la creación de la Primera Federación y comiencen a trazar nuevas líneas para alumbrar una nueva liga al estilo de lo que conocíamos como la Segunda División B.