Pérez-Chuecos, en su etapa en el CD Menorca | Cortesía Rafel Ligero

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Días de tristeza en el fútbol insular y en la familia del CD Menorca en particular por la muerte de su exjugador Salvador Pérez-Chuecos Canales. El finado, que murió el día 21 de febrero, a los 87 años de edad, integró la plantilla azulgrana en los exuberantes años 60, la considerada edad de oro del fútbol local.

No en vano, fue un periodo en que cada temporada alguno de nuestros principales representantes, ya fuera UD Mahón (cuatro veces), CD Menorca (3) o Atlètic Ciutadella (1), disputaba la fase de ascenso a Segunda División.

En el caso azulgrana, fueron tres las oportunidades en las que en aquel periodo luchó por ingresar en la categoría de plata del fútbol español, y en dos de ellas, en 1962 y 1964, Pérez-Chuecos fue uno de sus rostros más significativos.

De origen andaluz, llegado a la Isla en verano de 1959 proveniente del fútbol catalán, Pérez-Chuecos militó en la plantilla menorquinista hasta octubre de 1964, según ilustra el primer tomo de la historia del CD Menorca de Deseado Mercadal Gelabert.

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Desembarcó en la Isla junto a otros fichajes menorquinistas, como Rosendo Vidal y José Bou (el exjugador gallego del RCD Español, Mariano Veloy, aconsejó su fichaje a la directiva que a la sazón presidía el doctor José María Escudero) y de inmediato Pérez-Chuecos dejó constancia de su calidad y de su elevado grado de compromiso.

Jugador de banda izquierda, ya fuera actuando de interior o de extremo, fue, según recuerda un menorquinista de pro como Rafel Ligero, uno de los principales goleadores de aquel Menorca que fue subcampeón de Tercera balear en 1962 y campeón en 1964, éxito que además certificó en la última jornada de campeonato, en un abarrotado campo de San Carlos ante la Unión, en mayo de ese año.

Fue aquel el mejor curso de Pérez-Chuecos en el Estadi Mahonés. Junto a un equipo provisto de rostros como Pito Pérez, Nito Pons ‘Viroll’, Dot y Abril, y entrenado por José Soriano ‘Rey’, ganó también los títulos de Copa de Menorca y la Copa Uruguay (un torneo de índole balear y de gran prestigio en la época).

Asimismo, aquel Menorca del 64 quedó a un solo gol del ascenso a Segunda. Tras eliminar al Caudal de Mieres, el Calvo Sotelo manchego, en un polémico partido de desempate en Murcia, abortó el gran sueño azulgrana, aunque el protagonismo de Pérez-Chuecos en el tramo final de la temporada decreció. Se retiró poco después, en octubre de 1964.

Años después de su retiro, Pérez-Chuecos destacó por su compromiso para con la sociedad durante el periodo de la transición española, a finales de los años 70, y posteriormente tanto a nivel social como vecinal. Casado con María Ángeles Vallés, tenía cinco hijos, Sebastià, Isabel, Àngela, Maria Gràcia y Emma. Persona afable, familiar y cercana, destacan de él quiénes le trataron y conocieron. Salvador Pérez-Chuecos Canales, descanse en paz.