El centrocampista Joaquín Sánchez es manteado por sus compañeros tras su partido de homenaje entre una selección de futbolistas y exfutbolistas del Real Betis y una Selección de Leyendas del fútbol, este martes en el estadio Benito Villamarín, en Sevilla. | Jose Manuel Vidal

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Una pléyade de leyendas del fútbol despedía este martes en el Benito Villamarín a una de ellas y muy acrisolada, el capitán del Betis Joaquín Sánchez, la ‘finta y el esprint’ como se le definía en la megafonía de las alineaciones, en un emotivo homenaje en el que el coliseo verdiblanco registró un lleno absoluto de 59.621 almas para despedir y rendirse ante quien ha sido su santo y seña durante catorce años de los veintitrés que el portuense ha estado en activo.

Joaquín, con dos goles, ha sido, además protagonista futbolístico en una delicia nostálgica que quedó 6-4 a favor del Betis pero que fue lo de menos en una noche de emociones fuertes para el capitán. Y el sexto fue una monumental ‘folha seca’ de Marcos Assunçao, ‘el portero está asustao’.

Y una noche especial en la que Joaquín se fue en el minuto 17 de la segunda parte coreado con el ‘Joaqui, Joaqui’ y suplido por el 18, el mexicano Andrés Guardado, como capitán bético mientras el futbolista era abrazado en el túnel de vestuarios por su mujer y sus hijas entre lágrimas que no han dejado de aflorarle desde el domingo: «se acabó», decía mientras se quitaba las botas en el vestuario en el que rumió el alcance.

Con canas y kilos de más, ha predominado la clase de fines de raza como el brasileño Denilson de Oliveira –‘aires de samba’-, Santi Cazorla, también goleador junto a Ricardo Oliveira, Nolito (2), Juanmi Jiménez, Sergio León y Rubén Castro; o José María Gutiérrez ‘Guti, además de otros destellos inverosímiles de otros como Julio Baptista o Diego Tristán.

El fútbol fue la coartada, el hilo conductor, el ‘leit motiv’ de un adiós multitudinario en el que estuvieron muchos ídolos con la clase que encumbró a una generación de futbolistas que hoy no ha querido faltar a un Villamarín basilical. Las leyendas salieron con Casillas, Sergio Ramos, Marchena, Capdevila, Angulo, Dani Ceballos, Guti, Luque, Baptista, Cazorla y Raúl; y el Betis, con Toni Doblas, Aitor Ruibal, Juanito, Rivas, Miranda, Assunçao, Joaquín Denilson, Fernando, Borja Iglesias y Oliveira, todos ellos con un vínculo con el portuense, en activos o retirados, en la selección española, en el Málaga, el Valencia y la Fiorentina como Borja Valero.

Partido homenaje a Joaquín Sánchez

Arbitrados por Eduardo Iturralde y con el presidente de la Junta, Juanma Moreno, en el palco, fueron saliendo cambios: Antonio Barragán, Antonio Ávarez ‘Ito’ Diego Tristán, Benjamín Zarandona, Arzu, Fernando Varela, Nolito, Mendieta, Duda, Albelda, Ruud Van Nilstelroy, Edu, Bellerín, Washington Tais, Koke Contreras, Pepe Reina, Fernando Morientes, Rubén Castro, Sergio León, Ayoze Pérez, Capi y Ricardo y Lucas, los dos hermanos del homenajeado, Álvaro Cejudo, Juanjo Cañas, Bruno Saltor o Ignacio Camacho.

Antes, en un escenario montado en el círculo central del estadio de Heliópolis, Eva González le dio paso a María Rosa García, Niña Pastori en el siglo, la cantaora gaditana a la que Joaquín miraba con arrobo y admiración desde la banda mientras le cantaba al Cádiz de los dos y después de que Alejandro Sanz le dijera en una grabación que era «un regalo» y que le agradecía su forma de ver la vida y hacer las cosas. Miles de gargantas portando el ‘17’ recibieron a Joaquín, a las leyendas de sus amigos y, sobre ellos, béticos de la diáspora como Héctor Bellerín, Fabián Ruiz, Dani Ceballos, y el capitán del Sevilla, Jesús Navas, recibido por el Villamarín con una ovación de gala.

Joaquín, aunque tuvo una despedida el pasado domingo ante el Valencia, se ha cortado hoy la coleta como el torero que siempre quiso ser y que ha sido en lo suyo, y lo ha hecho ante amigos quien ha sido una máquina de hacer béticos desde un estilo.

Dos equipos, el bético entrenado por el chileno Manuel Pellegrini y el de los compañeros y amigos de Joaquín por José Antonio Camacho, han medido sus fuerzas en una despedida en la que el futbolista gaditano ha entrado por derecho propio en el Olimpo verdiblanco que, por encima de muchos, forman Luis del Sol, Rogelio Sosa, Julio Cardeñosa y Rafael Gordillo.

Los fastos de la despedida de Joaquín comenzaron dos horas antes con el traslado de los autobuses al estadio, donde los esperaba la afición bética que, como en los grandes acontecimientos, no ha dejado de animar con banderas y cánticos de 'Joaqui, Joaqui' a las comitivas hasta su llegada al Benito Villamarín, que ya era una fiesta.

Con Joaquín estuvo todo el que ha tenido que ver con él y, entre ellos, los entrenadores que lo han dirigido en su carrera, desde Fernando Vázquez, quien lo hizo debutar en el primer equipo del Betis en 2000 ante el Compostela, hasta Pellegrini, Lorenzo Serra Ferrer, con quien fue campeón de Copa del Rey en 2005, y Quique Setién. Dos horas de adiós, de nostalgia de un fútbol imperecedero que decía adiós a la ‘finta y el esprint’, un fin de raza que a esas horas quedaba también inmortalizado en la Torre del Oro y para los niños enfermos de cáncer a los que irá la recaudación del partido.