Sebastián Mora y Albert Torres, en el Velódromo de Izu.

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La que tendrá Albert Torres en el Velódromo de Izu será una ocasión de oro para dar al ciclismo balear el que sería su séptimo metal olímpico, el sexto en la modalidad de pista -el otro lo ganó Marga Fullana en BTT-, además de poder situar al 'pistard' de Ciutadella entre el selecto club de deportistas campeones de Europa, mundiales y olímpicos. Con esa premisa parte el tándem del Movistar Team que forman Torres y el castellonense Sebastián Mora.

La cita será este sábado a las 9:55 (hora española) y la competencia, notable. Con 31 años, Torres quiere unir su nombre a los de Joan Llaneras y Toni Tauler, plata en Pekín 2008 en una Madison abierta como de costumbre, pero que llega a los Juegos de Tokio con un notable cartel en el que el dúo español ocupa un lugar destacado por su palmarés.

Torres ha sido campeón mundial (2014, en Cali y junto al mallorquín David Muntaner) y dos veces de Europa, además de pisar el podio en diversas ocasiones. Los kilómetros acumulados en carretera y el rodaje sobre la madera de Izu en el Omnium -Albert acabó décimo-, junto a la motivación de un Torres asentado entre la élite del ciclismo en pista, forman una combinación que da opciones a los españoles de cara a hacer historia en los Juegos de Tokio, a los que regresa la americana tras dos ediciones ausente (Londres 2012 y Río 2016).

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Entre los rivales, preocupa el estado de forma del alemán Roger Kluge, activo en el Omnium, y que junto a Theo Reinhardt han logrado dos de los tres últimos títulos mundiales (2018 y 2019) y otro bronce (2020). También estarán en Izu los últimos portadores del maillot arcoíris, los daneses Lasse Norman Hansen y Niklas Larsen (oro en Berlín 2020), al igual que los subcampeones, los neozelandeses Aaaron Gate y Campbell Stewart.

La experiencia de los belgas De Ketele y Ghys o los neerlandeses Van Schip y Havik, sin dejar de lado a los franceses Benjamin Thomas y Donavan Grondin, y el buen rodar del italiano Elia Viviani (formará con Simone Consonni), son otros de los frentes a tener en cuenta a lo largo de cerca de una hora de ciclismo en pista en estado puro, en la que todo pueden cambiar en cualquier momento y los marcajes van a ser constantes, siendo la pareja Torres-Mora, subcampeones del mundo en 2018 y bronce en 2016, una de las más temidas.

«Tenemos muchas ilusiones depositadas en esta Madison. Es el objetivo para el que llevamos años trabajando y sería algo muy bonito para ambos lograr una medalla», aseguraba Torres al acabar su concurso en el Omnium, dejando claro que «el oro es un objetivo, pero habrá que ver cómo se desenvuelve la carrera», reseñó el 'pistard' de Ciutadella.

Trece años después, Albert Torres puede devolver al medallero olímpico al ciclismo en pista balear y español. Además de poder lograr la que sería la segunda medalla menorquina en Tokio 2020, tras el bronce del regatista Joan Cardona en Finn.