Imagen de Valery Karpin -izquierda- y Eduardo Domínguez -derecha- en su etapa en el Real Mallorca. El segundo dirige ahora la preparación física de Marruecos que se ha convertido en la sensación del Mundial de Qatar 2022. | R.D.

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El Mundial de Qatar 2022 pasará a la historia por ser el primero que se disputa en un país árabe y también porque por primera vez una selección africana alcanza las semifinales. El hito alcanzado por Marruecos tras dejar en el camino a la selección de Portugal después de deshacerse de España en los octavos de final bien merece un análisis en profundidad de las claves que la han llevado a ser la sensación del torneo. La pizarra de Regragui, las paradas de Bono, la solidaridad y concentración en defensa o el talento de Achraf, Ziyech o Boufal son algunos de los pilares de su éxito, que también se sustenta sobre una gran despliegue físico y en esta última parcela destaca la labor del que fuera preparador físico del Real Mallorca, Eduardo Domínguez.

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L'Equipe dijo días atrás que Amrabat tenía tres pulmones por su resistencia y capacidad de sacrificio y puede que no los tenga, pero el que ha contribuido en buena medida a que lo parezca es el preparador gallego de 54 años y cerca de 30 en el fútbol profesional. El elogio al rendimiento de los 'leones del Atlas' ha sido una constante desde que superaron un grupo en el que competían con Bélgica y Croacia y acabaron primeros. Los focos y los objetivos miran a Regragui, que asumió el mando de la selección apenas tres meses antes del inicio del Mundial, pero echando un vistazo a su banquillo se encuentra otro factor crucial para entender las prestaciones físicas del combinado norteafricano.

El encargado de preparar a los marroquís en el plano físico es una voz autorizada en España desde que a mediados de los noventa se convirtió en preparador físico del Celta, donde permaneció nueve temporadas y coincidió con Valery Karpin, al que se vincularía posteriormente. Precisamente fue el elegido por el exfutbolista ruso para acompañarle primero en el Spartak de Moscú y posteriormente en su etapa en el Real Mallorca el curso 2014-15. Su etapa en la Isla en Segunda División duró 24 partidos hasta que el técnico ruso fue destituido. Posteriormente también trabajó con el exmallorquinista Luis García Plaza y completó su recorrido profeisonal entre el Baniyas, Beijing, Villarreal, Al Shabab y el Sporting de Gijón antes de incorporarse el pasado mes de agosto a la selección de Marruecos.