El deportista se ha decantado por un traje de corte clásico.

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Pocos son los detalles que han trascendido hasta la fecha de la que promete ser la boda del año, la que unirá en matrimonio el próximo 19 de octubre al tenista Rafa Nadal y a su pareja, Maria Francisca Perelló. A pesar de todo el secretismo que rodea este enlace, y aunque el vestido de la novia siempre es el que acapara los titulares de los medios de comunicación de todo el planeta, ya se conoce qué firma vestirá al de Manacor. Será uno de los diseños del italiano Brunello Cucinelli, marca que, además, está comprometida con la ecología y la sostenibilidad.

Hace aproximadamente un mes y medio que un sastre y un ayudante de la marca italiana se desplazaron hasta la Fundación Rafa Nadal, en Manacor, para conocer al tenista en persona. Con ellos traían una selección de sus mejores tejidos; la casa de Brunello Cucinelli trabaja con los mejores cashmere y alpacas, y con ellas confeccionan los trajes de caballero.

En el caso de Rafa Nadal, el deportista se ha decantado por un traje de corte clásico, ajustado en la cintura y de color azul noche, puesto que la boda se celebrará de día. En ese caso, ese cromatismo es más adecuado que el negro para las fotografías.

Solomeo

La casa Brunello Cucinelli trabaja siempre con una máxima, que sus trajes estén trabajados a mano y en la sede de la firma. La misma se encuentra en la aldea medieval italiana de Solomeo, perteneciente a la provincia de Perugia, capital de la región de Umbría. Esta comuna estaba a punto de desaparecer y en la ruina cuando Cucinelli decidió colocar allí su base. Sus trabajadores están muy bien remunerados para que esos sueldos repercutan en la economía de Solomeo y, actualmente, es una de las regiones más ricas y con una de las rentas per cápita más altas del país.

Por otra parte, y a la espera de que llegue el gran día de Rafa y María Francisca, la pareja disfruta estos días de un viaje con sus amigos de toda la vida en una pequeña isla de Bahamas, una de las pocas que no ha sufrido los estragos de las recientes inclemencias meteorológicas. Y aunque es un viaje que realizan cada año, éste está a medio camino entre una despedida de solteros y la luna de miel anticipada por los compromisos del tenista.