Ilegal. Valdés, Piqué y Alves piden fuera de juego mientras Diego Milito, autor del 2-1, comprueba la validez del tanto - Archivo

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Un Barcelona menor, como el que se ha visto en algún acto durante la temporada, estropeó en una mala noche en Milán el plan de acudir a Madrid el 22 de mayo para jugar la final de la Liga de Campeones, y ahora sólo le queda la esperanza de levantar el 3-1 de ventaja con el que el Inter acudirá la semana que viene al Camp Nou.

El Barça mostró una fragilidad que le penalizó en exceso, sobre todo en una línea, como la defensiva, en la que el conjunto catalán ha dado muestras de mucha solvencia. El Barça se encontró con un Inter no sólo mejorado respecto a anteriores pulsos, sino que mucho más preparado para neutralizar el juego de los azulgrana. El equipo italiano dejó jugar durante muchos minutos al Barcelona a ese fútbol que a veces maneja el conjunto de Guardiola, pero que es incapaz de traducirlo en acciones ofensivas.

Mientras el Barcelona, con poca mordiente, buscaba empujar a su rival hacia el área, el Inter no sólo no retrocedía, sino que tenía la clara vocación de hacer un roto en la defensa azulgrana al menor despiste, ya que Milito siempre estaba dispuesto a recibir algún balón en largo.

Muchos le cayeron al ariete interista, que una y otra vez veía cómo desde la banda le levantaban la bandera para marcarle fuera de juego. El Barça utilizaba a la perfección esta acción para no volverse loco detrás del argentino y de un Eto'o que, escorado a la banda, también se predisponía a recibir en largo cada vez que Motta, Sneijder, Cambiasso o Pandev robaban un balón.

El conjunto azulgrana estiró un episodio más la falta de pegada la que se manifestó el sábado en el campo del Espanyol. Ibrahimovic volvió a salir de titular pero el sueco ni recibió balones francos ni tampoco generó movimientos para que los Messi, Xavi y Busquets le buscasen con claridad.

Al final, debió ser el joven Pedro quien sacase a su equipo del letargo goleador, cuando resolvió de un zurdazo (0-1) balón que le llegó a centro de Maxwell, quien a los 19 minutos se había colado de rápida carrera hasta la línea.

Wesley Sneijder acudió al rescate de su equipo, igual como hizo en Moscú hace unas semanas, y empató el partido a la media hora. Una buena jugada de Eto'o por la banca acabó con el balón en los pies de Milito, quien a la media vuelta lo dejó para el holandés, que conectó un certero disparo para batir a Valdés (1-1).

Una salida en tromba del Inter tras el descanso desencadenó en el 2-1 al culminar Maicon un gran contragolpe. El Inter le había dado la vuelta al marcador y la presión en la grada, igual que pasó con Cornellá-El Prat, empezó a devorar a un Barça que no acertaba a enlazar cuatro pases seguidos.

El Barça se apagó, en parte por el mal arbitraje, y lo aprovechó el Inter para redondear el marcador con un testarazo de Milito, tras un contragolpe, en fuera de juego y a falta de media hora. Guardiola cerró al equipo y se encomendó a la gesta del Camp Nou.

Por su parte, el Bayern y el Olympique juegan esta noche el partido de ida de la otra semifinal.