kiev. Arriba Juan Bravo en una plaza céntrica de la ciudad con el balón que hay en todas las sedes de la Eurocopa. - J.B.

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Campeones!!! "A rivederci, a rivederci". Esto es lo que cantábamos en el estadio poco antes de que acabara el partido y ser campeones de Europa de nuevo. El partido bueno de la selección llegó en el mejor momento. Partidazo.

Por fin he podido ver dentro de un estadio una final de España, y encima ganándola.
El jueves, al día siguiente del partido contra Portugal, llegué a Kiev a las 10 de la noche, justo a tiempo de poder ver el final del Alemania-Italia en la FAN ZONE y saber que nuestro rival ante la sorpresa general de todo el mundo iba a ser Italia. En el vuelo conocí a gente del canal de deportes de la cadena ESPN de México y Argentina. Fue una casualidad pero algo bueno conocerlos para futuras experiencias futbolísticas. Por las noche me acercaba a su 'stand', que tenían montado en pleno Boulevard Kreschatik, arteria principal de la ciudad. Hay muchos mexicanos que han venido a seguir la Eurocopa. Curioso, pero es así. Hay que saber que México es de las aficiones que más seguidores tienen en los mundiales, con diferencia. También en esta final vi a muchísimos rusos de nivel alto. Son los que más compraron en la reventa.

Los días en Kiev son todos muy parecidos, al haber más aficionados y más gente en todos sitios, más difícil poder ver gente conocida y hablar con los nuevos, salvo algunos de los conocidos en Donetsk. El viernes fui a retirar mis entradas de la final. Los aficionados españoles debíamos recogerlas en el campo del Dinamo de Kiev, donde empezó a jugar Shevchenko, auténtico ídolo aquí. Su camiseta de Ucrania es el souvenir mas vendido en Kiev. Hay mucha gente buscando entradas para la final. Tuve suerte de que me sobrara alguna y he podido venderlas bien. Kiev a pesar de la buena impresión del primer día ha resultado bastante monótono. Dos días son más que suficientes para conocer la ciudad.

Mi intento de ir a Chernóbil, unos de los primeros objetivos de este viaje, quedó descartado el mismo día que llegué a Kiev. En recepción me dijeron que hay que pedir autorización con una semana de antelación a las autoridades ucranianas, si es por Internet antes de llegar al país, son dos semanas.

Me conformé con ver el museo. El viernes acudí a visitarlo. La explosión acaecida el 26 de Abril de 1986 está plasmada muy bien en el museo. Es bastante impactante, sobre todo el vídeo del final. Allí ves realmente cómo está la zona después de muchos años. La ciudad fantasma de Pripiat, abandonada desde entonces y dejada exactamente como estaba.
Bloques de pisos, muebles, libros, juguetes, etc, etc, siguen allí. El parque de atracciones que se iba a estrenar 4 días después y que era la alegría de todos lo niños de Pripiat siguen sin estrenarse. Cientos y cientos de coches, como los que se usaron para apagar la explosión. Es un horror. Antes, las explicaciones van encaminadas a cómo se produjo la explosión en el sarcófago Nº 4 y sobre todo a resaltar la labor de los 29 bomberos que acudieron primeros al lugar y que fallecieron todos una semana después del accidente por la radiación recibida. Están definidos como las 29 personas que salvaron el mundo. Compré un libro con fotos escalofriantes. Me imagino que visto en vivo hubiera sido mucho más duro.

Por la tarde acudí a visitar el Hotel Opera, donde estaba alojada la selección. Pude ver a todos los jugadores, muy serios bajar del autobús que los traía del entrenamiento, y a diferencia de los portugueses ninguno, a excepción de Llorente se pararon ni miraron siquiera a las 50 aficionados que estábamos allí.

Por la noche en la FAN Zone, concierto en directo de Elton John y Queen. Espectacular el ambiente. Miles y miles, muchísimos ucranianos coparon la zona. Las grandes pantallas a lo largo de la avenida, que era una pista de baile interminable, sobre todo con Queen. Un lujazo para la ciudad y para mí poderlo vivir.

¿Qué decir de este periplo Polonia-Ucrania?. Otra experiencia preciosa, y cómo no, cansada también, pero muy contento de que todo saliera bien y tal como teníamos previsto desde Diciembre, cuando se celebró el sorteo desde la fase de grupos y los cruces hasta la final de ayer con la selección como campeona.

Las mejores cosas, curiosamente, han sido en Donetsk. El convivir con los medios de una manera tan natural volvió a ser muy gratificante. La emoción de los penaltis contra Portugal y el júbilo de la final tras el partido fue apoteósico. Evidentemente volver a casa siendo campeón es inigualable.

El lado negativo, las primeras horas perdido allí en Donetsk sin encontrar la dichosa casa. Fue un momento duro, a pesar de la experiencia.

Mis dos objetivos principales fuera del fútbol, visitar Sebastopol en Crimea y Chernóbil, solo a 110 Km de Kiev, no se pudieron realizar y será difícil que se dé la coyuntura de nuevo para poderlo hacer. Para mí ha sido un poco frustrante no poder realizarlo.

Futbolísticamente, todo ha salido redondo. A eso habíamos venido todos. Hay gente que solo ha ido a la final, gastándose un dineral, casi lo mismo en tres días que si hubieran venido desde cuartos. Vuelos, precio de entradas compradas en reventa y los hoteles que estos días tenían precios por encima de 400 euros. Eso da una idea de lo que digo. Tantas cosas se quedan por contar, que harían falta más páginas. Lo que mueve Julia Timoshenko, la exministra, en Kiev sería una de ellas.

Estudiantes de Irak, de Bagdad... He podido hablar bastante con ellos. Oír lo que contaban ha sido un horror. Gente también que he ido conociendo, de Uzbequistán, Armenia, Georgia, Azerbayán, etc, demuestran que la juventud no quiere problemas, solo progresar. Una lección oírlos.

Por último, darles las gracias a los que han hecho posible que yo este aquí una vez más en un evento de esta categoría. O sea, a mi mujer. Para ti, muchas gracias de verdad .

También gracias a los Ucranianos. Muy amables todos. Están aún muy estancados con respecto a nosotros e incluso a Polonia, pero esa circunstancia hace que su amabilidad sea más real, y de agradecer.

Ahora, la vuelta a casa, el reencuentro con la familia, y con muchas ganas de verlos a todos.

Muchas gracias.