Agustí Sans. Talento puro y progresión constante en el jugador mahonés del Joventut - Gemma Andreu

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El futuro se abre para Agustí Sans Valls (Maó, 1995), espigado mocetón de 194 centímetros, que acaba de completar su cuarta temporada en las divisiones inferiores del Fiatc Joventut amontonando elogios en función de las expectativas que desprende su baloncesto, modelado en la productiva factoría de Badalona y exhibido en mundiales y europeos con las diferentes Selecciones Españolas, hasta la U18 actual con la que el mes que viene disputará el Europeo en Letonia.

El peso de su progresión, la talla de su juego y el volumen de sus registros deberían abocarlo la próxima temporada al debut en la Liga ACB porque ese y no otro es su destino continuando los pasos del insigne mahonés, del Real Madrid, Sergio Llull, o de su compañero de club y amigo, Alex Suárez, quien también se abre camino en la primera competición continental. Sans jugará en el Prat, de la Adecco Plata, vinculado a la Penya, pero con toda seguridad participará en entrenamientos con el primer equipo y tarde o temprano, dispondrá de sus primeros minutos en la Liga Endesa.

Protegido celosamente por progenitores y club durante estos cuatro años, Sans se avino ayer a relatar experiencias y sensaciones, por primera vez, a un medio de comunicación: el diario Menorca. De apariencia tímida, Agustí es un líder cerebral dentro y fuera de la pista. Así lo afirman sus entrenadores y así lo admite él mismo, "sí, probablemente porque siempre he jugado con gente mayor y he cogido más experiencia para tomar decisiones en la pista. Me gusta y me siento cómodo asumiendo responsabilidades". En su haber, además, destaca como base zurdo, potente y agresivo en defensa, con un tiro notable tras bote. En su debe, quizás, puede reducir el número de pérdidas, aunque él explica que "siempre me gusta buscar el pase perfecto, y quizás por eso peco de querer ser demasiado preciso, pero creo que lo que más debo mejorar es en la regularidad en el tiro de tres".

A los 11 años Sans comenzó a recibir invitaciones del Joventut para acudir a campus y torneos. Josep Bordas lo reclutó para la cantera del Menorca Bàsquet procedente del Sant Lluís, pero Luis Arbalejo se lo llevó al Alcázar aprovechando que el extinto club no le permitió acudir a un torneo con el Joventut de Badalona porque entonces el Menorca también era ACB.

Con 13 años hizo las maletas y aceptó la propuesta de la Penya para fijar su residencia en Badalona, acompañado indistintamente por su padre y por su madre. "No me costó adaptarme porque decidí que quería progresar en el baloncesto y para hacerlo debía competir a un nivel mayor que era lo que me ofrecía el Joventut".

Sabe que esta vida encaminada al profesionalismo exige renuncias. "Es cierto, a veces lo pienso pero te das cuenta que eres un privilegiado aunque no pueda vivir las fiestas o los veranos completos que tiene la mayoría de gente de mi edad. Pero yo he elegido esta vida, me gusta, y sé que hay que sacrificarse para llegar a ser un buen jugador, y sé qué es lo prioritario y lo acepto". En la Penya han acentuado esa percepción, "me han enseñado que para llegar arriba hay que trabajar mucho, y que por muy bueno que seas, si no trabajas no llegas a ningún lado. Mi club es un buen ejemplo porque pese a todo sigue sacando jugadores. ¿La difícil situación económica del Joventut?, la gente habla pero nosotros no lo notamos porque no nos escatiman nada".

La rutina diaria es exigente: por la mañana clases -ha finalizado el bachillerato con éxito y ahora quiere estudiar INEF-, por la tarde, entreno de tecnificación en Badalona y más tarde, con el Prat, en la otra punta del término de Barcelona. Cuando regresa a casa son las 23.00 horas.

Sans fue MVP en la Minicopa de 2009, máximo asistente, mejor cadete... ha estado en varios quintetos ideales, el último, el de la Euroliga junior que ganó en Londres con su equipo. Finalizada su etapa junior, el base mahonés está ilusionado ante su primera temporada como senior y su más que posible debut en la ACB, "sí, me ilusiona mucho pero llegará cuanto toque, no debo ir más rápido de lo que me corresponde. De momento estaré en Plata con el Prat e iré a entrenar con el primer equipo cuando me llamen, si me llaman". De cara al futuro "me gustaría estabilizarme en la ACB y no pienso en nada más".

Referencia lógica es, "Sergio Llull; para mi es un modelo a seguir por como ha llegado poco a poco hasta arriba y porque también es de Maó y ha mejorado con su esfuerzo", explica el joven jugador que comparte el mismo representante. Quién sabe si no le aguarda también el mismo camino.