El boxeador menorquín, frente a frente con la estrella francesa | F.M.

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El boxeador de Ciutadella Frank Muñoz no pudo frente al ídolo local y uno de los boxeadores más temidos a día de hoy en Europa, Fabrice Aurieng. Ya sabía de antemano el menorquín que el reto que se le planteó a menos de 48 horas para la pelea era, cuanto menos, muy complicado. No obstante, en muchos momentos un combativo Frank Muñoz tuvo contra las cuerdas al luchador francés, al que anteayer por la noche el 'ciutadellenc' obligó en París a mostrar sus mejores prestaciones.

Ello en una gala entretenida parisina cuyo primer asalto resultó ser de tanteo y con poca actividad por parte de los dos contrincantes, mostrándose bastante conservadores, seguramente por miedo a quedarse sin gasolina por el cansancio físico. Ya sería en el segundo asalto cuando Muñoz empezó a conectar varios golpes de rodilla al cuerpo y patadas altas a la cabeza de un Aurieng que solo boxeaba. Aunque Muñoz lograba mantenerlo a distancia, con su mayor alcance físico.

Ya en el último asalto el menorquín salía a por todas y completaba su mejor tanda del combate, con mucho ritmo y combinaciones de puño-rodilla, haciendo desinflar al gigante de 110 kilos Aurieng. Al final se tuvo que ir a la decisión de los jueces, que fue cuando Muñoz se temió lo peor, dando vencedor a los puntos al francés Fabrice Aurieng. En definitiva, buen combate del insular tras ser avisado 48 horas antes, sin tiempo de preparación. El público local se lo reconoció con aplausos.

«No ha podido ser. Yo hubiese dado mínimo un asalto extra o combate nulo-empate», reflexionaba Muñoz. «Ya sabemos que fuera de casa, en este caso en Francia, tienes que ganar claro o por KO. Acepté el combate dos días antes así que es lo que hay. Felicito a mi rival, buen combate. Luchador es el que lucha», cerró.