Faust Salom, a la izquierda de la imagen, junto a su compañero de equipo, el valenciano Jaume Font, en el podio del circuito de Cheste tras consumar sus triunfos en el Trofeo TCR y en el Trofeo Seat León.

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Y de nuevo, campeón de España. El jovencísimo piloto mahonés de la escudería Baporo Motorsport, Faust Salom, se ha erigido en un auténtico tirano de los circuitos españoles de resistencia. Tras reinar en el concierto nacional un año atrás, el conductor insular, esta temporada al volante de un Seat León Cup Racer, se encuentra en tránsito de firmar un 2016 más hegemónico si cabe que el precedente.

De momento, y después de la penúltima prueba de la temporada, celebrada el pasado fin de semana en el circuito valenciano de Cheste, en Alcañiz, Salom ya se ha embolsado el Trofeo TCR (el Nacional Absoluto de Resistencia, y categoría previa al Eurocup, europeo de turismos en el que Salom se estrenó tres semanas atrás en Austria, y para el que apunta muchas posibilidades de integrarse de lleno en 2017) y el Trofeo Seat León (que en el caso, suplanta al Trofeo Galfer, que también dominó en 2016 el piloto menorquín), en el que computan todos los pilotos que compiten con un auto idéntico al suyo. Asimismo, Salom y su compañero de escudería, el valenciano Jaume Font, han dado un brutal acelerón para hacerse también –lo que se despejará en el último meeting del año en el Jarama, en mitad de octubre– con el cetro de la clase 1 del CER (que engloba todas las marcas).

No en vano, el arranque en Cheste resultó una premonición de lo que aguardaba. En la jornada de ensayos, y ya convertido en una suerte de hábito, Salom lograba la cuarta pole position del año (sobre cuatro carreras disputadas), lo que parcialmente mitigó el elevado hándicap acumulado en las pruebas anteriores (30 segundos). El notable inicio del mahonés en la primera prueba (sábado) hizo intuir un nuevo triunfo, pero tras el relevo de volante, Font sufrió unos problemas mecánicos que les desplazó al octavo lugar de la clasificación, que resultó ser el sexto después, tras un par de penalizaciones a pilotos rivales.

Pero el talento y valentía de Salom sobre el asfalto encontró exuberante recompensa en la jornada del domingo, firmando un segundo puesto en la primera carrera y un primero en la long distance (de tres horas de duración), que significó el título nacional de Resistencia (TCR) de forma matemática. Solo resta el colofón perfecto a otro año de ensueño para el campeón mahonés; rubricar dentro de dos semanas en el Jarama sus victorias en clase 1 y categoría junior, lo que en virtud de su ventaja en la clasificación, no debe ser más que un mero trámite. Faust, el tirano de los circuitos españoles.