Toni Pons y Pedro Gardés, en la ceremonia de clausura, felices con sus galardones, en Eivissa.

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La 31 edición de La Ruta de la Sal será recordada como una regata dura y con grandes complejidades tácticas. También como una prueba en la que la flota en competición ha acreditado un nivel deportivo extraordinario. Y entre los mejores ha estado el crucero del Club Nàutic Ciutadella, Chica Txeca, de la mano del ciutadellenc Toni Pons Faner y el mahonés Pedro Gardés Montañés 'Peri'. El tándem menorquín se hizo este fin de semana con el título en su categoría, versión Mallorca-Golf, del Grupo RI. Una victoria que vale su peso en oro ya que Pons y Gardés la lograron tras sufrir unas duras condiciones climatológicas, siendo de las Ruta de la Sal más duras que se recuerden. Llegar a Sant Antoni de Portmany no fue tarea nada fácil.

Era la segunda ocasión en la que realizaban esta histórica ruta, versión salida desde Andratx, con 33 inscritos en su regata y ocho concretamente en la categoría de navegación reducida a dos tripulantes. Ya la salida del jueves venía marcada con un parte meteorológico muy cambiante y con muchas opciones, todas ellas válidas, para llegar a Eivissa lo mejor preparados al frente que llegaría el viernes por la mañana, con aviso de galerna emitida por la EMET. «Nuestra estrategia fue navegar con asimétrico el máximo de tiempo rumbo Sur con el viento de la salida para esperar un role de viento anunciado del Sur. Toda la flota salvo otros dos barcos navegaron mucho más directos a Eivissa, lo que nos situó muy bien al entrar el role de viento sureño ya que navegamos mucho más tiempo con buen viento y directos a la Mola de Formentera que el resto», explicaba Pons. Este primer punto de control les situaba quintos en real, delante de un gran pelotón de barcos mucho más grandes que su Sun Fast 3200, de 9,7metros.

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