Nacho Marra, director de la regata. | Gemma Andreu

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Algo más de dos meses restan para que el puerto de Maó enmarque una nueva edición de la Copa del Rey de barcos clásicos y de época, la décimo quinta de la historia que promueve el Club Marítimo de Mahón, lo que precisamente la convierte en «muy especial», subraya al respecto el gerente de la emblemática entidad náutica y a su vez, director de la regata, Nacho Marra, que sitúa también como un factor importante la incorporación de la firma «Repsol como patrocinador de la regata, un claro síntoma de que las cosas se están haciendo bien», matiza Marra.

Entre el 28 de agosto y el 1 de septiembre próximos, el majestuoso puerto mahonés atraerá todos los focos del contexto internacional de la vela clásica, en lo que volverá a distinguirse una reunión sin igual de las principales joyas mundiales de la náutica vintage. Un evento, tal y como evoca el propio Marra, que ha conseguido labrarse, «con el paso de los años, una marca propia». «La flota conoce nuestro club, conoce el puerto, la costa menorquina y nadie quiere dejar escapar la oportunidad de disputar esta regata», abunda el director de la regata.

La relación de barcos inscritos se eleva por el momento a dieciséis, entre los que cabe destacar un par de ejemplares del arquitecto naval argentino German Frers; el Fjord II, armado por el vicepresidente de la World Sailing, Scott Perry, y el Cippino II del legendario navegante argentino Martín Billoch. Ambas 'joyas' son asiduas de la regata internacional mahonesa, lo que motiva que cada verano crucen 'el charco' –el Atlántico– para no fallar a su cita con el mejor puerto del Mediterráneo.