Durante la jornada de ayer atracaron en el puerto de Maó varios barcos que toman parte en la cita. Hoy, llega el resto de la flota | Gemma Andreu

TW
0

El clásico por excelencia del verano insular ?suelta amarras?. Se trata de la Copa del Rey-Vela Clásica Menorca Repsol, cuya décimo quinta edición ?en esta oportunidad, no incluida en el circuito Panerai, como ya es costumbre en los años de terminación par? alza el telón de forma oficial mañana miércoles, con la presentación oficial del evento en la sede del Club Marítimo de Mahón, entidad organizadora del mismo, la apertura de la oficina de regatas, con la posterior reunión de patrones y el correspondiente registro e inspección de barcos, además de los actos de recepción a las tripulaciones.

La competición, con una flota de 45 unidades y que se fragmenta en cinco clases (Big Boats, Espíritu de Tradición, Época Cangreja, Época Marconi y Clásicos), se disputa los días 30 y 31 de agosto, y el 1 de septiembre ?entre el jueves y el sábado inmediatos? en el campo de regatas de la rada mahonesa. Una prueba de máxima envergadura para un puerto a su altura.

Un año más, la prueba, que amalgama auténticas joyas del patrimonio naval, computa para el Trofeo Mare Nostrum promovido por la Real Asociación Nacional de Cruceros (RANC), con una decena de países representados en esta (Alemania, España, Italia, Francia, Reino Unido, Malta, Argentina, Países Bajos, Uruguay y Estados Unidos), y será la que defina la resolución del Campeonato de España de Clásicos, en tanto que tras las celebradas en Barcelona y Palma, deviene como la última prueba puntuable.

La hegemonía exhibida por el «Argos», de Bárbara Tilling y botado por los astilleros Carabela en 1964, en la XXIV Regata Illes Balears Clàssics disputada del 16 al 18 de agosto pasados, donde dominó con autoridad las tres mangas disputadas, unido a la eficacia y velocidad que habitualmente detenta en aguas insulares ?fue primero en 2012, 2015 y 2016; segundo en 2011, entre otros destacados registros?, le conceden, en el preámbulo de la cita de Maó, una más que justificada dosis de favoritismo en los vaticinios de la prueba de Clásicos ?que integra barcos construidos entre 1950 y 1975, o réplicas posteriores.

«Giraldilla» (1962), de Valle de la Riva, Yanira, de la firma Regata Experience, y en cuya tripulación figura el experimentado regatista menorquín Pepe Negrete, y el «Galvana» (1974), de la familia Pella, se intuyen sus principales adversarios.

Lea la noticia completa en la edición impresa del 28 de agosto en Kiosko y Más